Artículo de Rafael Nadal Gómez
Psicólogo,Asesor y Consultor.
Desarrollador de la tecnología humana
Uno de los aspectos más importantes de la Neuroeducación es que permite analizar el cómo y el porqué de la importancia de los aspectos relacionados con las emociones para que los conocimientos se fijen con mayor facilidad y rapidez.
Es importante abordar este proceso anatómicamente debido a que, cuando se activa la amígdala, es señal de que existe un tinte emocional con el cual es matizada la información que vamos incorporando, y esto contribuye a su almacenamiento en la memoria a largo plazo.
Las conexiones existentes entre la amígdala y el hipocampo son, en gran parte, las responsables de que las emociones influyan tanto en el aprendizaje.
El sistema atencional, pilar fundamental sobre el que se apoya todo aprendizaje (con asiento anatómico en la corteza prefrontal del cerebro), se encuentra conectado con estructuras del sistema límbico responsables de la motivación, el libre albedrío y el procesamiento de las emociones.
Los traumas que registran los mecanismos de la memoria emocional interfieren siempre en la capacidad para aprender.
La terapia cognitiva conductual breve aplica técnicas de visualización creativa, que consiste en evocar imágenes, sonidos o recuerdos felices para experimentar mentalmente sensaciones placenteras; luego tener conductas consecuentes es importante para consolidar el aprendizaje emocional positivo.
Esta técnica funciona, confirmado por las neurociencias cognitivas y la psicología cognitiva- conductual aplicada con la técnica referida, porque en el cerebro se activan los mismos procesos electroquímicos cuando nos centramos en experiencias positivas vividas o las creamos, aunque siempre es más importante recurrir a las experimentadas.
Desde el punto de vista psicológico, el aprendizaje ligado a emociones positivas, además de la vocación y la motivación para alcanzar metas, vigoriza las ganas de seguir adelante, de potenciar las capacidades personales.
En definitiva, para que la Neuroeducación pueda aplicarse y genere un neuroaprendizaje, este debe estar basado en la vivencia directa o de primera mano, que trascienda la limitada capacidad pedagógica de un libro de texto con un contenido desactualizado o una clase oral que no motive, por tanto, es imprescindible para el desarrollo de nuestras múltiples inteligencias y compatible con los conocimientos actuales sobre el funcionamiento del cerebro:
Un clima emocional positivo por ser uno de los mayores facilitadores del aprendizaje y del desarrollo de la tecnología humana; sustentada por la Programación Neurolingüística Sistémica.
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