GINEBRA.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que una de cada cuatro personas presentará problemas auditivos en 2050, esto según los datos arrojados en el primer Informe mundial sobre la audición.
El informe que se publicó este martes previo a la la conmemoración este miércoles 3 de marzo del Día Mundial de la Audición detalla también que al menos 700 millones de los afectados necesitarán atención otológica y para mejorar su audición, así como otros servicios de rehabilitación, a menos que tomemos medidas para evitarlo.
El doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, ha señalado: «Nuestra capacidad de audición es un bien muy preciado y, si no se tratan, las pérdidas auditivas pueden acarrear consecuencias devastadoras en la capacidad de las personas para comunicarse, estudiar y ganarse la vida. Además, también pueden afectar a su salud mental y a la posibilidad de que mantengan relaciones. Este nuevo informe expone este problema y ofrece intervenciones basadas en datos científicos para solucionarlo. Esperamos que todos los países integren estas medidas en sus sistemas de salud para hacer realidad nuestro anhelo de alcanzar la cobertura sanitaria universal».
Asimismo, resalta la necesidad de actuar con rapidez para prevenir y resolver las pérdidas auditivas, invirtiendo y ampliando el acceso a los servicios de atención otológica y a la pérdida de audición. Se ha demostrado que la inversión en estos servicios resulta rentable: de acuerdo con los cálculos efectuados por la OMS, los gobiernos pueden prever la obtención de cerca de US$ 16 por cada dólar invertido.
El informe concluye que la falta de información precisa y las actitudes estigmatizadoras en torno a las enfermedades del oído y la pérdida auditiva suelen limitar el acceso de las personas a la atención a estas afecciones. Es incluso habitual que los propios profesionales de la salud carezcan de conocimientos sobre la prevención, la detección temprana y el tratamiento de la pérdida auditiva y las enfermedades otológicas, lo cual dificulta su capacidad para brindar la atención requerida.
Señala que en la mayoría de los países, estos servicios no están integrados en el sistema nacional de salud y las personas que presentan enfermedades del oído y pérdida auditiva encuentran dificultades para acceder a ellos. Además, este acceso no se mide ni se documenta suficientemente y los sistemas de información de salud carecen de indicadores pertinentes con ese fin.
Añade además que aproximadamente el 78% de los países de ingresos bajos cuentan con menos de un otorrinolaringólogo por cada millón de habitantes; el 93% tiene menos de un audiólogo por cada millón de personas; solo el 17% tiene uno o más logopedas por cada millón, y solo el 50% dispone de, al menos, un maestro para sordos por cada millón de habitantes.
De acuerdo con el informe, estas deficiencias se pueden solventar mediante la integración de la atención otológica y de la audición en la atención primaria, valiéndose de la formación y de los sistemas de distribución de tareas.
Incluso en los países que cuentan con una proporción relativamente alta de profesionales en esta esfera, la distribución de estos especialistas es desigual, lo cual no sólo plantea dificultades a las personas que necesitan atención, sino que también añade una carga de trabajo excesiva al personal que brinda esos servicios.
La doctora Bente Mikkelsen, Directora del Departamento de Enfermedades no Transmisibles de la OMS, explica: «Los países deben adoptar un enfoque integral centrado en las personas para que todas aquellas que los necesiten se puedan beneficiar equitativamente de los progresos y las soluciones de que disponemos. Es fundamental integrar estas intervenciones de asistencia a las personas con problemas otológicos y de audición en los planes nacionales de salud y que las prestemos en el seno de unos sistemas de salud reforzados, como parte de la cobertura sanitaria universal. Solo así satisfaremos las necesidades de las personas con pérdidas auditivas o que corren riesgo de presentarlas».
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