SANTO DOMINGO.- La jornada de vacunación contra COVID-19 es diferente a las jornadas anteriores que se han realizado en el país, ya que se requiere la aplicación de una segunda dosis, y algunas vacunas ameritan temperaturas muy bajas.
Así lo explicó el doctor Zacarías Garib, exdirector del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), quien destacó que esta entidad cuenta con unos 2,800 trabajadores de la salud para la oferta de vacunas, en 40 Direcciones Provinciales.
Sin embargo, explicó que se necesita de un equipo que pueda dar respuesta oportuna en un tiempo corto, ya que se deben aplicar dos dosis, además de tomar en cuenta que se está vacunando contra un virus que cambia de manera acelerada.
“Hay algunas logísticas que se deben afinar bien, esas vacunas de ultrafrío dónde se colocarán, el flujo tiene que ser ágil, esta no es una jornada como las tradicionales. El flujo de vacunas hacia los puestos donde se estarán colocando no se puede interrumpir, porque una vez descongelada hay que trabajarla en 5 días y una vez abierto un frasco hay que consumirla en 6 horas”, explicó.
Al participar en el panel Las vacunas como estrategia de prevención en salud, rol de las universidades y pandemia de COVID-19, organizado por la Facultad de Ciencias de la Salud de la UASD, el doctor aseguró que el PAI cuenta con la estructura para dar respuesta en esta jornada de vacunación, con un edificio que cuenta con 5 cámaras frías, que tiene capacidad para almacenar vacunas de 3 a 6 meses, y 7 cámaras en puntos como Santiago y San Francisco de Macorís.
Agregó que el PAI tiene aproximadamente 1,349 puestos de vacunación, aunque no necesariamente se deba vacunar en estos.
En el panel también participó el doctor Jesús Feris Iglesias, infectólogo, doctor Juan Manuel Castelli, desde Argentina, el doctor Mauro Canario, vicerrector de Posgrado de la universidad, y el doctor Rafael Montero, quien fungió como moderador.
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