La 76.ª Asamblea de la Salud de la OMS se ha clausurado, tras haber abordado una amplia gama de temas, como las ciencias del comportamiento para mejorar la salud; las ‘mejores inversiones’ para las enfermedades no transmisibles; los medios de diagnóstico; la prevención de los ahogamientos; la atención crítica y operativa; el enriquecimiento de los alimentos con micronutrientes y la salud de los pueblos indígenas.
Otros de los temas abordados fueron la prevención y el control de infecciones; la salud maternoinfantil; el oxígeno medicinal; la atención primaria de salud; la salud de los refugiados y los migrantes; la rehabilitación; la medicina tradicional, y la labor de la OMS en la respuesta a decenas de emergencias, al tiempo que colabora con los Estados Miembros para estar mejor preparados para afrontar otras nuevas.
A primera hora del día, los delegados del Comité A acordaron tomar nota de la hoja de ruta hacia la Iniciativa Mundial de Salud y Paz, y solicitaron que el Director General informara sobre los avances en el fortalecimiento de la hoja de ruta.
En sesión plenaria, los delegados aprobaron las resoluciones y decisiones de las dos comisiones, así como sus informes. Esto incluyó la aprobación del presupuesto para 2024-25, y un aumento del 20% en las cuotas.
En su discurso de clausura, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, señaló que «el aumento de las contribuciones señaladas y la ronda de inversiones son históricos y constituyen un enorme hito». Habló del año que se avecina, con reuniones de alto nivel sobre cobertura de salud universal, tuberculosis y preparación y respuesta ante pandemias en la Asamblea General de la ONU de este año.
El doctor Tedros señaló, además, que las negociaciones en curso acerca del instrumento sobre pandemias y las enmiendas al Reglamento Sanitario Internacional (RSI) son oportunidades sin precedentes – «generacionales»- para aprender de los errores de la pandemia de COVID-19 y garantizar que no se repitan.
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