SANTO DOMINGO.- La investigación biomédica es un estudio en el que se busca comprobar si un abordaje médico nuevo, funciona bien en las personas. En estos estudios, se mejora la práctica clínica hacia los pacientes, se prueban nuevas terapias, vacunas, procedimientos de diagnóstico o formas de usar los tratamientos existentes, así como dispositivos médicos. La investigación también ayuda a comprender la diversidad y subtipos de enfermedades, a identificar pacientes según su patología y a producir datos científicos basados en evidencia.
De acuerdo a la doctora Virginia Cozzi, gerente de Operaciones Clínicas para Roche Centroamérica y Caribe, el tema toma especial relevancia en el contexto actual del COVID-19, ya que la sociedad ha estado pendiente del proceso de desarrollo de soluciones en todas las etapas de la enfermedad y ha tomado mayor conciencia sobre el impacto de la investigación biomédica en la salud. La pandemia también ha demostrado que la colaboración entre los diferentes sectores, fortalece el desarrollo de la investigación.
“La investigación médica nos permite conocer las enfermedades de la ciudadanía, en este caso, de los ciudadanos dominicanos, mejorar su diagnóstico y brindar el tratamiento oportuno. La investigación biomédica se traduce en un acceso a medicamentos innovadores antes de ser comercializados, lo cual representa el beneficio de contar anticipadamente, con una solución terapéutica que puede mejorar su salud o incluso salvar su vida. Los participantes en los estudios contribuyen a la generación de conocimiento para beneficio de otros futuros pacientes y la atención recibida durante la investigación, no tiene ningún costo para ellos”, dijo.
Señaló que para acelerar el impacto de la investigación en la sociedad y al desarrollo, existen retos que se deben superarse en la región, entre los que destacan: mejoría de las regulaciones, mayor competitividad en los tiempos de aprobaciones y la creación de centros de investigación especializados en diversas patologías.
La doctora Cozzi resaltó que la articulación de acciones entre distintos actores del sector público, privado y de la academia son fundamentales para impulsar a República Dominicana en investigación y desarrollo. “La investigación biomédica constituye uno de los grupos de trabajo para la inserción competitiva del país en la generación de soluciones innovadoras en la salud y el bienestar”.
Explicó que a pesar del impacto positivo que tiene la investigación biomédica, existen algunos desafíos que hay que superar, por ejemplo: los mitos que existen alrededor del tema.
En este sentido aclaró que los participantes no son “conejillos de indias”. Son escogidos bajo estrictos criterios de inclusión y supervisados de manera permanente por equipos de investigación multidisciplinarios (médicos y otros profesionales de la salud) familiarizados con los tratamientos más avanzados disponibles.
Señaló que existe la idea de que los tratamientos médicos investigados causan secuelas duraderas. Lo cierto, es que cuando un participante tiene algún evento indeseado o el medicamento en investigación no le funciona, se detiene inmediatamente el proceso y se evalúan las acciones a tomar en favor del paciente.
“El mito es que en los estudios hay escasa vigilancia. Cuando las investigaciones biomédicas se realizan en completo apego tanto a la normativa nacional como internacional, y bajo aprobación y supervisión de Comités Bioéticos y del Ministerio de Salud, según corresponda”, dijo.
Asimismo detalló que la investigación biomédica se rige por principios éticos internacionales aplicable a toda investigación biomédica, independientemente del sitio de realización. “Estos principios están recogidos en la “Declaración de Helsinki” y la “Guía de Buena Práctica Clínica (BPC) de la ICH (Conferencia Internacional de Armonización)”.
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