SANTO DOMINGO. – Ante el desbordamiento de los centros de salud como consecuencia de la expansión del contagio del COVID-19 en el país la Comisión Nacional de Bioética (CNB-RD) solicitó a las autoridades hacer un paréntesis bioético que favorezca la vida, el ser humano, los derechos de las personas y el respeto a su dignidad hasta en el momento de la muerte.
Mediante una declaración emitida este viernes, la entidad destacó que muchas de las realidades advertidas en el 1er diagnóstico bioético aún siguen ausentes como son: Una debilidad marcada en atención primaria que ha redireccionado toda la atención desde niveles superiores de atención, congestionándola, la educación a la población para autocuidarse, la inexistencia de un protocolo unificador para tratamiento estandarizado de los afectados y una multiplicidad de modelos de selección de pacientes según criterios propios, o en otros casos ningún criterio, lo cual puede orientar hacia la discriminación.
Ante la actual realidad del sistema de salud dominicano, la CNB-RD insta a la ciudadanía, las autoridades y los demás actores del Sistema Dominicano de Salud, a releer una vez más este diagnóstico en el participaron más de un centenar de personas provenientes del campo de la bioética u otros afines.
En este documento basado en el rol de la bioética de deliberar sobre los acontecimiento, argumentar a favor de la vida, sobre todo de los más vulnerables para evitar desenlaces que en el tiempo tiendan a comprometer su integridad, se debatió sobre la importancia del desarrollo del Primer Nivel de Atención, el incremento de las pruebas y la intervención clínica apropiada.
El último de los acápites de dicho diagnóstico se deliberó sobre el final de la vida y las posibles situaciones de saturación y/o desbordamiento de los servicios, tanto que se propuso una guía básica a ser tomada en cuenta en momentos de posible colapso. Se definió el papel de la vida y las alternativas ante la necesidad presentable de tener que optar por determinados pacientes o por el rechazo, dando fundamentaciones del valor de todas las vidas y la urgencia de definir la clínica y las decisiones en función de los criterios de recuperabilidad de los enfermos y no de la edad o de la utilidad social, como ya venía sucediendo en otros países.
De igual forma se planteó la importancia de la revisión constante de los esquemas de tratamientos aplicados en la población afectada en base a los resultados clínicos verificables, para evitar la discrecionalidad antojadiza y la injustificable exposición a riesgos innecesarios, ante el desconocimiento de terapias probadas con certeza para esta entidad clínica.
En el documento diagnóstico realizado en abril cuando se gestaban las consecuencias de la pandemia, se esbozó además la importancia de la rigurosidad científica y bioética en cada uno de los estudios de investigación y/o experimentación que se desarrollaren en la sociedad dominicana.
Para acceder al 1er diagnóstico bioético haga clic aquí.
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