Un diagnóstico de cáncer en un niño es uno de los retos más difíciles que una familia puede enfrentar. Además de las implicaciones médicas, el cáncer y su tratamiento pueden interrumpir el crecimiento y desarrollo de los niños, afectando su comportamiento y progreso en habilidades esenciales. La Dra. Emily McTate, psicóloga pediátrica especializada en oncología de Mayo Clinic, comparte cómo los padres pueden ayudar a sus hijos a asimilar un diagnóstico de cáncer y continuar prosperando a pesar de los desafíos.
Impacto del cáncer en el desarrollo infantil
El cáncer infantil y los tratamientos asociados, como la quimioterapia y la radioterapia, pueden generar efectos duraderos en el desarrollo cognitivo y emocional de los niños. Estos pueden afectar la memoria, el aprendizaje y la capacidad para resolver problemas. Los niños pequeños, en particular, pueden experimentar estrés adicional debido a la interrupción de su rutina y la pérdida de autonomía, lo que se refleja en cambios de comportamiento y estado de ánimo.
Preparación y apoyo emocional
La dcctora McTate destaca la importancia de colaborar con un psicólogo pediátrico o un especialista en apoyo infantil desde el momento del diagnóstico. Este acompañamiento es clave para anticipar y manejar posibles alteraciones en el desarrollo del niño, así como para educar a los padres sobre cómo proporcionar información adecuada a la edad del niño. La transparencia y la honestidad, aunque dolorosas, son fundamentales para generar confianza en el proceso médico.
Mantener la normalidad durante el tratamiento
Establecer una rutina constante durante el tratamiento es esencial para mantener una sensación de normalidad. A pesar de las dificultades, es crucial que los padres mantengan expectativas y normas disciplinarias que ayuden a los niños a seguir desarrollando habilidades esenciales. Además, fomentar la interacción social, aunque sea limitada por las condiciones médicas, es vital para que los niños no pierdan el contacto con sus pares y puedan integrarse nuevamente en su entorno social al finalizar el tratamiento.
Manejo de emociones difíciles
Los niños de todas las edades pueden experimentar una variedad de emociones difíciles durante el proceso, desde miedo y ansiedad hasta frustración y tristeza. Es importante que los padres apoyen a sus hijos para que expresen sus sentimientos y busquen formas activas de afrontar la situación, como hablar con profesionales de salud, familiares o amigos, y aprender técnicas de reducción de estrés.
A pesar de los desafíos, la especialista enfatiza que, con el apoyo adecuado, la mayoría de los niños podrán retomar su trayectoria de desarrollo una vez superados los momentos más críticos del tratamiento.
fecha: