Según un informe histórico publicado hoy por una Comisión de más de 40 expertos en salud de los niños y los adolescentes de todo el mundo convocada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y The Lancet, ningún país está protegiendo adecuadamente la salud de los niños ni su medio ambiente y su futuro.
En el informe, A Future for the World’s Children? (¿Qué futuro les espera a los niños del mundo?), se revela que la salud y el futuro de todos los niños y los adolescentes del mundo se encuentran en peligro inmediato a causa de la degradación ecológica, el cambio climático y las prácticas de comercialización explotadoras que empujan a los niños a consumir comida rápida muy procesada, bebidas azucaradas, alcohol y tabaco.
La intensificación del cambio climático amenaza el futuro de todos los niños
El informe incluye un nuevo índice mundial de 180 países en el que se comparan sus resultados sobre supervivencia y bienestar infantil, que incluyen la salud, la educación y la nutrición; sobre sostenibilidad, con un indicador para las emisiones de gases de efecto invernadero; y sobre equidad o desigualdad de ingresos.
De acuerdo al informe, aunque los países más pobres deben redoblar los esfuerzos para que sus niños tengan vidas saludables, las excesivas emisiones de carbono –desproporcionadas en el caso de los países más ricos– ponen en peligro el futuro de toda la infancia. Si, con arreglo a las proyecciones actuales, el calentamiento global supera 4°C en el año 2100, las consecuencias para la salud de los niños serán devastadoras debido al aumento en el nivel de los océanos, las olas de calor, la proliferación de enfermedades como el paludismo y el dengue, y la malnutrición.
El índice muestra que los niños de Noruega, la República de Corea y los Países Bajos tienen las mejores posibilidades de supervivencia y bienestar, mientras que los niños de la República Centroafricana, el Chad, Somalia, el Níger y Malí tienen las peores perspectivas. Sin embargo, al tomar en consideración las emisiones de CO2 por habitante, los autores encontraron que los países con las mejores posibilidades van rezagados: Noruega se clasificó en el puesto 156; la República de Corea, en el 166; y los Países Bajos, en el 160. Cada uno de estos países emite 210% más CO2 por habitante que su meta para 2030. Los Estados Unidos de América, Australia y Arabia Saudita figuran entre los 10 países que más emisiones generan.
Los únicos países en camino de superar los objetivos sobre emisiones de CO2 per cápita para 2030 y, al mismo tiempo, obtener buenos resultados (dentro de los primeros 70 puestos) en los indicadores de desarrollo y bienestar infantil son Albania, Armenia, Granada, Jordania, Moldova, Sri Lanka, Túnez, Uruguay y Viet Nam.
Las prácticas de comercialización nocivas se aprovechan de los niños: la obesidad infantil ha aumentado 11 veces
El informe también destaca el peligro que representan para los niños las prácticas de comercialización nocivas. Existen datos concluyentes de que, en algunos países, los niños ven hasta 30.000 anuncios de televisión en el curso de un año, y de que la exposición de los jóvenes a los anuncios de vapeo (cigarrillo electrónico) aumentó más del 250% en los Estados Unidos en dos años, llegando a más de 24 millones de jóvenes.
La exposición de los niños a la comercialización de comida basura y bebidas azucaradas se asocia con la compra de alimentos no saludables, el sobrepeso y la obesidad, un ejemplo de cómo la comercialización abusiva está relacionada con el aumento alarmante de la obesidad infantil. El número de niños y adolescentes obesos pasó de 11 millones en 1975 a 124 millones en 2016; es decir, se incrementó 11 veces, con graves costos individuales y sociales.
Manifiesto para la adopción de medidas inmediatas con respecto a la salud de los niños y los adolescentes
Con miras a proteger a los niños, los autores independientes de la Comisión abogan por la creación de un nuevo movimiento mundial impulsado por los niños y destinado a ellos. Algunas recomendaciones son las siguientes:
1. Detener las emisiones de CO2 con la máxima urgencia, a fin de que los niños tengan un futuro en este planeta.
2. Hacer que nuestros esfuerzos por lograr un desarrollo sostenible giren alrededor de los niños y los adolescentes.
3. Adoptar nuevas políticas y realizar nuevas inversiones en todos los sectores para favorecer la salud de los niños y hacer efectivos sus derechos.
4. Incorporar las opiniones de los niños en las decisiones sobre políticas.
5. Reforzar las normas nacionales sobre prácticas de comercialización nocivas, con el respaldo de un nuevo Protocolo Facultativo de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño.
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