Según datos de la Organización Mundial de la Salud el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, ocasionando cada año 10 millones de defunciones. Conscientes de este problema, investigadores de la Universidad de Valladolid centran sus esfuerzos en buscar en la nanomedicina alternativas a los tratamientos oncológicos actuales que permitan mejorar el diagnóstico y el tratamiento.
“Con esta pandemia hemos aprendido que la ciencia y la investigación es el camino para solucionar los problemas que se nos presentan como sociedad, y el cáncer es uno de ellos. La nanomedicina no solamente tiene implicaciones para el futuro, sino que tiene un gran impacto en la actualidad facilitando el tratamiento y el diagnóstico de la enfermedad, lo cual se traduce directamente en mayores tasas de curación y menos incomodidades para los pacientes", señala Juan González Valdivieso, miembro del equipo de investigación del Grupo de Materiales Avanzados y Nanobiotecnología (Bioforge) que acaba de publicar una revisión sobre la materia en la revista científica International Journal of Pharmaceutics.
Una de las principales características del cáncer es la multiplicación rápida de células cancerosas que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros órganos. Además, las células sanas no son lo suficientemente fuertes para competir con las células cancerosas por los nutrientes que se encuentran en la sangre, ya que se sabe que estas últimas tienen un estado metabólico más rápido y consumen todos los nutrientes.
Hasta el momento, la fórmula más extendida y viable para combatir esta enfermedad ha sido la quimioterapia, no obstante, este tratamiento, aunque en ocasiones es eficaz, presenta algunas limitaciones, como una baja especificidad en el tratamiento de los diferentes tipos de cáncer, y los efectos secundarios que provoca en los tejidos sanos.
Nanomedicina: un futuro alentador
Investigadores de todo el mundo están trabajando en el desarrollo de terapias alternativas a la quimioterapia que den solución a estas dos limitaciones tratando de producir innovadores dispositivos médicos de precisión, y desarrollando tratamientos más específicos. Una de las soluciones pasa por la nanomedicina y los biomateriales, tal y como demuestran investigadores de la Universidad de Valladolid.
Pero, ¿qué es la nanomedicina? Es una combinación de nanotecnología, biomedicina, biomateriales y ciencias farmacéuticas que tiene como objetivo mejorar la biodisponibilidad, la respuesta a la dosis y la especificidad de los agentes terapéuticos.
“El uso de la nanomedicina no se limita únicamente a mejorar la especificidad de los fármacos, sino que también mejora la accesibilidad de estos en el organismo. Cuando un fármaco es inyectado, este interactúa con componentes de la sangre, disminuyendo la cantidad de fármaco que llegará al tumor e incluso cambiando sus propiedades. La nanomedicina ha demostrado que es capaz de mejorar la velocidad con la que los fármacos se mueven por el torrente sanguíneo y proteger a los fármacos de esas interacciones en la sangre. Otro de los grandes problemas de la quimioterapia, en general, es que los fármacos tienen muy baja solubilidad, por lo que se necesitan grandes dosis para conseguir efectividad antitumoral. En este sentido, la nanomedicina mejora la solubilidad de los fármacos, reduciendo la dosis necesaria de fármaco y por lo tanto la posible toxicidad en el paciente", explica Valdivieso.
Aunque faltan ciencia y camino por recorrer, la nanomedicina ya se está empleando en medicina clínica como opción de la quimioterapia, tal y como señala este biólogo: “El fármaco Doxil se usa desde hace más de dos décadas en pacientes con leucemia aguda, cáncer de ovario o sarcoma de Kaposi. Otro ejemplo es Abraxane, empleado en pacientes de cáncer de mama, páncreas o pulmón y que consiste en una nanopartícula, empleada para transportar anticuerpos o medicamentos, que contiene el fármaco Paclitaxel, que ha demostrado mejorar la efectividad terapéutica del fármaco sin tener que usar medicaciones previas, lo que sin duda agradecen los pacientes".
La investigación continúa y según adelanta el investigador del Bioforge, próximamente se publicarán los resultados de una investigación de nanopartículas desarrolladas con muestras de pacientes de cáncer de páncreas. “Se trata de la primera vez que se describe el potencial terapéutico de este tipo de estrategia quimioterapéutica en uno de los tipos de cáncer más mortales del mundo. El trabajo realizado en colaboración con un grupo de investigadores de Londres del University College London y Royal Free Hospital, describe la eficacia antitumoral en muestras procedentes de pacientes de cáncer de páncreas y, además, se ha confirmado en ratones la seguridad del tratamiento para el organismo".
Fuente: DICYT
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