Tras semanas del anuncio de la aparición de Ómicrom, varios científicos han detectado una nueva versión de esta variante, a priori, más difícil de detectar debido a su genética. Este nuevo linaje de Ómicron ha sido denominado como BA.2 y se ha detectado en diferentes casos de Sudáfrica, Australia y Canadá, aunque no descartan que se haya propagado por más países.
François Balloux, director del Instituto de Genética del University College de Londres, ha explicado en el diario The Guardian que ambas variantes, BA.1 y BA.2, «están bastante diferenciadas genéticamente» y «pueden comportarse de manera diferente».
Además, según revela el diario británico, la variante aún se detecta como coronavirus mediante todas las pruebas habituales y se puede identificar como la variante ómicron mediante pruebas genómicas, pero los casos probables no se muestran en aquellas pruebas PCR rutinarias que aportan los resultados más rápidos.
Esto se explica porque no tiene la mutación característica en el gen S que permite que Ómicron BA.1 se identifique fácilmente a través de una PCR, el tipo de test más utilizado. Por ello, algunos investigadores han llamado a este tipo de Ómicron el «sigiloso». Sin embargo, pese a las dificultades para su detección, desde el Instituto CSIR de Genómica y Biología Integrativa han señalado que «no hay nada que temer todavía».
Fuente: Redacción Médica.
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