Por la doctora Cleotilde Matos P., Pediatra/Perinatóloga/Neurodesarrollo
En este Día Mundial del Prematuro a nivel internacional, todos los actores y actrices del sistema de salud, las familias y las diferentes instituciones que tenemos el privilegio de ayudar a garantizar la sobrevida de calidad de estos niños y niñas, celebramos la vida de los mismos.
Este día hace visible, sensible, y consciente esta problemática, que a pesar de los avances tecnológicos, los aportes de la OMS, el trabajo de las autoridades sanitarias de cada país, la capacitación y los grandes esfuerzos del personal de salud encaminado a mejorar la sobrevida, todavía continúa ocupando el 40 por ciento de la mortalidad neonatal, y el 50 a 60 por ciento de las discapacidades, trastornos del desarrollo (TEA, TDH, dificultades del aprendizaje), problemas en la inserción laboral, entre otros.
En la celebración mundial de este día, debemos reflexionar sobre las causas de la prematuridad, las mismas se presentan desde el embarazo, cuyo final será de término o prematuro; condición que dependerá de la calidad de los chequeos prenatales y de las intervenciones de calidad y empatía que hagamos a tiempo ante cualquier señal de riesgo que se pueda presentar desde su nacimiento.
Dado que la condición de ser prematuros los predispone a padecer complicaciones diversas por la inmadurez de sus órganos estamos llamados a: Reflexionar sobre la calidad del servicio, los recursos en la atención al nacimiento del bebé prematuro y el seguimiento en nuestras unidades de recién nacidos. La UCIN es sufrimiento, duelo, reto, triunfo, muerte o vida. El resultado será muy particular para cada recién nacido y cada familia, dependerán en gran parte del manejo minucioso, cercano al paciente, de parte del personal y de los recursos de cada unidad. Claro, puede haber un porciento de los prematuros que, a pesar de todo el esfuerzo, el final no sea feliz.
Reflexionar sobre el seguimiento ambulatorio a los que sobreviven, sobre nuestro compromiso y empeño a ofrecer un seguimiento particular para cada bebé, acompañando a las familias, practicando estrategias como el METODO MAMA CANGURO, apoyando la LACTANCIA MATERNA desde el internamiento. Todo esto con un enfoque multidisciplinario encaminado a la detección temprana de los riesgos con intervenciones acorde a las necesidades particulares de cada niño.
Reflexionemos sobre nuestras limitaciones: necesitamos que todas las unidades donde hay nacimientos prematuros puedan ser bien equipadas con personal bien entrenado en cuidados críticos, aplicando estrategias que nos ayuden a disminuir la mortalidad y las discapacidades como son: Mamá Canguro, Reanimación Neonatal, colocación de anticuerpos Palivizumab, esquema de vacunación y más salas de Estimulación Temprana.
Todo esto no es posible, sin la participación centrada en las familias con apoyo sicológico y una red que les acompañe en este RETO DE SOBREVIDA de sus hijos prematuros, una sobrevida con calidad.
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