Por el doctor Francisco Thevenin, presidente de la Sociedad Dominicana de Medicina Perinatal
El embarazo en adolescente es una preocupación en el aspecto de salud pública, económico y psicoemocional desde el punto de vista personal y familiar. Consideramos una edad de adolescente de los 15 a 19 años y en este rango de vida se hacen análisis de datos epidemiológicos múltiples.
El adolescente representa el presente y futuro de la humanidad y es una etapa de vida que marca su importancia más adelante ante la sociedad, con oportunidades de desarrollo laboral y su integración como persona activa y empoderada ante los retos del futuro. Esto en ocasiones no sucede y son desvalorizados, sin poder de opinión y que los envuelve en un círculo familiar, muchas veces desagradable, creando una pobreza física y espiritual.
El hecho de una adolescente quedar embarazada o que tiene un hijo en ese rango de edad, repercute en su salud, en la educación, en posibilidad de trabajo y se ve afectada ante la sociedad y su futuro en sentido general. Muchas veces, si pertenecen a estratos de bajos ingresos esto la lleva a mayor pobreza y en ocasiones, sin importar el estatus social, se agrega la exclusión, impotencia y marcas psicoemocionales difíciles de superar.
En el aspecto de salud, es un grupo que contribuye en la morbimortalidad materna y neonatal. La adolescente de baja condiciones económicas está sujeta a tener un riesgo de embarazo, muchas veces no planificado, hasta tres veces más que las que no tienen esta condición y que gozan de mejor nivel educacional. Esto destaca un área social que debemos atender, cuando hablamos de reducción de embarazos en adolescentes.
En América Latina y el Caribe, se estima que existe una población de 140 millones de jóvenes y cerca del 18 % de todos los nacimientos corresponden a mujeres menores de 20 años de edad. Esto representa unos 25 millones de adolescentes embarazadas. Cada año, alrededor de un millón y medio de adolescentes de entre 15 y 19 años dan a luz. La mortalidad materna en América Latina y el Caribe se ubica entre las tres primeras causas de muerte en las adolescentes. En las menores de 15 años, el riesgo de morir por causas relacionadas con el embarazo es hasta tres veces más que en mujeres mayores de 20 años ( UNFPA). En nuestro país el embarazo en adolescente es uno de los desafíos más importantes en el área de salud sexual y reproductiva. Los factores sociales de violencias, dificultad de accesos a los servicios y la necesidad de consejería e información universal son de los desafíos a superar con los programas que se aplican en la actualidad, con la necesidad de programas de educación sexual integral
Si valoramos lo que representa en gastos de salud el embarazo en adolescentes podemos hacer varias conjeturas al respecto. Se estima que los embarazos en adolescentes le cuestan al estado dominicano unos 245 millones por año. Considerando la tasa de fecundidad de 97 x 1000 mujeres entre 15-19 años. Una de las más altas de la región. Esto incluye atención de embarazo, parto y puerperio. Incluso considerar los ingresos que el estado deja de recibir por ser un grupo poblacional que no puede insertarse en el mercado laboral. Se estima que el 35% de nacimientos en hospitales corresponden a adolescentes y de estos el 22% tienen menos de 15 años. Por cada 10 adolescentes que se embaraza 6 no concluyen su educación secundaria.
Si analizamos en el área Perinatal, tomamos de referencia un centro de atención de 3er nivel y en los 8 meses del año ante 6,264 nacimientos unos 1,121 son de adolescentes, representa el 18 % de los nacimientos y de estos por su morbilidad al nacer se ingresan el 16.5 % ( 185) que estimando un consumo promedio de 400,000 resultan para el estado un gasto de unos 74 millones ,solo en ese periodo, como una inversión en salud, solo por hecho de ser adolescente.
En este sentido hay que hacer un llamado de atención y aplicar o incrementar programas integrales de prevención de embarazo, de educación y de orientación familiar que permita disminuir la deserción escolar, el conflicto social y familiar que se presenta y conseguir una mejor integración laboral y mejor desarrollo psicoemocional. Estas son de las metas y objetivos en los que la Sociedad Dominicana de Medicina Perinatal se proyecta para contribuir y tratar de mejorar y así lograr una mejor salud en el área materna neonatal.
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