En la actualidad las afecciones neurológicas son la principal causa de mala salud y discapacidad en todo el mundo. Según un estudio recientemente publicado en The Lancet Neurology en 2021, más de 3000 millones de personas en todo el mundo vivían con alguna afección neurológica.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) contribuyó al análisis de los datos del Estudio sobre la Carga Mundial de Morbilidad, Lesiones y Factores de Riesgo (CMM) de 2021.
Más del 80% de los casos de muerte y mala salud por motivos neurológicos se producen en países de ingreso bajo y mediano, y el acceso al tratamiento es muy variable: los países de ingreso alto tienen hasta 70 veces más profesionales neurológicos por cada 100 000 habitantes que los países de ingreso bajo y mediano.
“Este estudio debe servir de llamada urgente a la acción para ampliar las intervenciones específicas destinadas a ofrecer acceso a la atención, el tratamiento y la rehabilitación de calidad que necesitan el número, cada vez mayor, de personas que viven con afecciones neurológicas. Es más importante asegurarnos de que la salud cerebral se comprenda, valore y proteja mejor, desde la primera infancia hasta la edad adulta”, expresó el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.
En 2021, las diez afecciones neurológicas que más contribuyeron a la pérdida de salud fueron los accidentes cerebrovasculares, la encefalopatía neonatal (lesión cerebral), la migraña, la demencia, la neuropatía diabética (lesión nerviosa), la meningitis, la epilepsia, las complicaciones neurológicas derivadas del parto prematuro, el trastorno del espectro autista y los cánceres del sistema nervioso.
En general, las afecciones neurológicas provocan más discapacidad y pérdida de salud en los hombres que en las mujeres, si bien hay algunas afecciones, como la migraña o la demencia, que afectan de manera desproporcionada a las mujeres.
El estudio también examinó 20 factores de riesgo modificables de afecciones neurológicas potencialmente prevenibles, como los accidentes cerebrovasculares, la demencia y la discapacidad intelectual idiopática.
La eliminación de los factores de riesgo clave (sobre todo, la presión arterial sistólica elevada y la contaminación atmosférica y del aire doméstico) podría evitar hasta el 84% de los AVAD debidos a los accidentes cerebrovasculares.
Del mismo modo, prevenir la exposición al plomo podría reducir un 63,1% la carga de discapacidad intelectual idiopática, y rebajar los niveles elevados de glucosa plasmática en ayunas podría reducir un 14,6% la carga de demencia. El tabaquismo contribuyó significativamente al riesgo de padecer un accidente cerebrovascular, demencia y esclerosis múltiple.
fecha: