En el marco de la conferencia «Prevención 360: Cómo el Bienestar Emocional, la Prevención y la Nutrición Reducen el Riesgo de Cáncer de Mama«, organizada por la Academia Dominicana de Medicina, el Centro de Radioterapia Integral RADONIC y ARS Primera, la doctora Verónica Alume, reconocida radioncóloga y Health Coach, abordó la importancia de un enfoque holístico en la lucha contra el cáncer de mama, haciendo hincapié en el papel fundamental de la alimentación.
Durante su intervención, la doctora Alume compartió preocupantes estadísticas sobre el cáncer de mama en República Dominicana, donde el 65% de los diagnósticos se realizan en etapas avanzadas. Subrayó que la detección temprana es crucial para mejorar el pronóstico, pero también destacó que adoptar hábitos alimenticios saludables puede ser una estrategia efectiva para reducir el riesgo de esta enfermedad.
La especialista enfatizó que la alimentación debe ser un componente clave en la vida de cada persona. Aconsejó que el 80% de la dieta diaria esté compuesta por alimentos de origen vegetal, incluyendo frutas, verduras y cereales integrales, que son ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes.
Además, hizo un llamado a limitar el consumo de alimentos ultraprocesados, altos en azúcares añadidos y grasas saturadas, ya que estos pueden contribuir al aumento de peso, un factor de riesgo conocido para el cáncer de mama. Recomendó también moderar la ingesta de alcohol, señalando que consumir una copa diaria puede aumentar el riesgo de cáncer en un 7%.
El enfoque de la radioncóloga no solo abarcó la prevención, sino que también se centró en la importancia de la alimentación durante el tratamiento oncológico.
«La alimentación es fundamental durante el tratamiento oncológico. Todo paciente que tiene un diagnóstico de cáncer tiene que tener una evaluación nutricional en el momento de su diagnóstico», explicó.
De igual forma, destacó la relevancia de la actividad física en la lucha contra el cáncer. «Las elecciones de cada día, incluyendo el ejercicio, nos pueden poner en riesgo o no de desarrollar esta enfermedad», afirmó, subrayando cómo un estilo de vida activo contribuye a la regulación de los niveles hormonales, lo cual es crucial en la prevención del cáncer de mama.
La doctora Alume enfatizó que el ejercicio no solo beneficia la salud física, sino que también puede ser un factor determinante en la mejora de la calidad de vida de las pacientes durante su tratamiento. «Mantener un peso saludable y realizar actividad física es fundamental no solo para la prevención, sino también para mejorar la tolerancia a los tratamientos oncológicos».
La doctora Alume instó a los asistentes a adoptar un estilo de vida saludable, donde la alimentación y la actividad física sean prioridades diarias.
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