SANTO DOMINGO.- Tres expertos en virología y vacunología de la región entienden importante que los programas de desarrollo de vacunas contra COVID-19 mantengan una línea clara y efectiva de comunicación de sus avances, retrocesos y efectos que permita que la población tenga una visión clara de los beneficios de su aplicación una vez estén disponibles.
Recuerdan que hasta el momento los proyectos de vacunas más avanzados están en fase III por lo que aún no se cuenta con un biológico disponible y recomiendan a los países ir preparando la logística, adaptando legislaciones y seleccionando los grupos tomadores de las decisiones en torno a su aplicación.
Estos datos fueron ofrecidos los doctores José Esparza, profesor adjunto de medicina Instituto de virología humana de la universidad de Maryland escuela de medicina, Estados Unidos; José Brea del Castillo, pediatra, profesor de la Residencia de Pediatría de la UCE y presidente de la Sociedad Dominicana de Vacunología de República Dominicana y Roberto Debbag, pediatra infectólogo, vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica de Argentina, al participar en el debate Vacuna contra el COVID-19 ¿Solución o Fantasía?, organizado por la Universidad Central de Venezuela.
Los especialistas apuntan que hasta que se disponga de la vacuna, sus desarrolladores y los países deben trabajar en la transparencia y tener canales efectivos y claros de comunicación dirigidas a la población, porque la desinformación puede crear desconfianza y afectar los demás programas de inmunización.
El doctor Brea, de República Dominicana, destaca diferentes aspectos que preocupan y que serán determinantes para saber la efectividad o no de las vacunas y lamentó que la politización del tema ha creado desconfianza en la vacuna contra el COVID antes de salir.
Entiende que es importante ver la parte humana, es decir a quienes va dirigida la vacuna y los efectos secundarios. “Yo planteo y apuesto a iniciar una vacuna con mayor seguridad, aunque tenga menos eficacia”, dijo.
El doctor Brea hizo un llamado a trabajar desde las sociedades científicas en una estrategia clara y transparente sobre el tema de vacuna para evitar desconfianza.
El doctor Debbag recordó que depende de la producción y de los acuerdos que se hagan que las vacunas lleguen a toda la población, por lo que entiende que los acuerdos no deben ser teñidos por la nacionalidad de la vacuna, o sea de los países que provengan.
Sostuvo que los actores de decisión que van a definir los grupos de riesgos a aplicarse en los países, deben ser independientes de las miradas políticas y que lo ideal es que vengan de las academias, de la sociedad civil, de la ingeniería.
Entiende que en Latinoamérica los grupos de decisión deben ser independientes y decididos bajo legislaciones y que también se debe elegir a los que harán el plan de respuesta a los efectos adversos que se puedan presentar.
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