A pesar de estar en fase experimental, un innovador tratamiento ha demostrado tener éxito en la lucha contra infecciones bacterianas extremadamente resistentes, como la "Klebsiella pneumoniae". Este tratamiento utiliza bacteriófagos, unos virus especializados que infectan exclusivamente bacterias.
El impacto de los antibióticos en la medicina moderna es innegable, pero su uso excesivo ha provocado un aumento alarmante de la resistencia bacteriana. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que esta resistencia representa una grave amenaza para la salud global, la seguridad alimentaria y el desarrollo.
Un estudio publicado en The Lancet revela que cada año mueren 1.2 millones de personas debido a infecciones resistentes a antibióticos, y este número podría aumentar diez veces para el año 2050 si no se toman medidas urgentes.
En respuesta a esta creciente crisis de resistencia a antibióticos, los investigadores han vuelto su atención a los bacteriófagos, un enfoque que se había relegado en gran parte después del descubrimiento de la penicilina. Los bacteriófagos son virus que infectan y matan bacterias de manera altamente específica, lo que los convierte en candidatos ideales para la medicina personalizada y de precisión.
Sin embargo, debido a su especificidad, encontrar la combinación adecuada de bacteriófagos para tratar una infección en particular puede ser un desafío. Además, como son virus, su farmacodinámica es difícil de predecir y medir, lo que requiere un enfoque más personalizado en los ensayos clínicos.
A pesar de estos desafíos, ya se han registrado casos de éxito en diversos hospitales de todo el mundo, incluido un caso de una mujer que resultó herida en el atentado de 2016 en el aeropuerto de Bruselas. Este tratamiento ha demostrado su eficacia, especialmente cuando se combina con antibióticos.
La regulación de los fagos como terapia aún se encuentra en desarrollo a nivel europeo, pero algunos hospitales españoles ya han utilizado fagos importados de Estados Unidos y Bélgica con resultados prometedores. Además, se están dando pasos hacia la producción local de fagos en España, lo que podría abrir nuevas posibilidades en la lucha contra las infecciones resistentes a antibióticos.
Este avance representa una esperanza en la batalla contra las superbacterias y podría marcar un cambio hacia una medicina más personalizada y efectiva en la lucha contra las infecciones bacterianas resistentes.
Fuente EFE.
No te pierdas una noticia, suscribete gratis para recibir DiarioSalud en tu correo, siguenos en Facebook, Instagram, Twitter, Linkedln, telegram y Youtube