En estudios realizados en células humanas cultivadas en laboratorio y en ratones, investigadores de Johns Hopkins Medicine han descubierto que un fármaco experimental podría ser doble de eficaz de lo que se pensaba para combatir la pérdida de la vista.
La nueva investigación ha revelado que el compuesto, llamado AXT107, impide que los vasos sanguíneos anormales del ojo filtren líquidos que bloquean la vista. Estos hallazgos refuerzan investigaciones previas que demostraron que este mismo compuesto detuvo el crecimiento de los vasos anormales en estudios con animales sobre la ceguera, el edema macular diabético y la degeneración macular húmeda relacionada con la edad.
La acción de los medicamentos actuales se dirige a detener el crecimiento de estos vasos sanguíneos anormales para preservar lo que queda de la vista. El tratamiento estándar consiste en administrar cada mes inyecciones directamente en el ojo para suprimir el crecimiento de nuevos vasos.
«Nuestros descubrimientos nos dan una comprensión más cabal de la forma en que este posible tratamiento detiene el avance de la enfermedad y lo hace más rápida y eficazmente, y además su efecto es más duradero que el de los actuales fármacos que se usan para las personas afectadas por este tipo de pérdida de la vista», señala el doctor Aleksander Popel, Ph.D., catedrático de ingeniería biomédica en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
De igual modo, el doctor Popel, explica que el AXT107 ofrece un nuevo método terapéutico que aborda dos vías clínicamente validadas para tratar las enfermedades de la retina, en tanto que los medicamentos anti-VEFG (bloqueadores del factor de crecimiento del endotelio vascular) se dirigen únicamente a un aspecto de la enfermedad.
Los resultados del estudio se publicaron en la revista The Journal of Clinical Investigation Insight.
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