Inmunonutrición: la ciencia que une la alimentación y la salud

La famosa frase "Que tu medicina sea tu alimento y el alimento tu medicina", pronunciada por Hipócrates en la antigua Grecia, ha adquirido un nuevo significado en la era moderna. Un reciente estudio realizado por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y la Organización Mundial de la Salud ha confirmado lo que muchos intuían: la relación estrecha entre la alimentación y la salud. Este estudio proporciona evidencia científica de que una mala nutrición puede agravar las infecciones y, a su vez, las infecciones pueden causar malnutrición.

En este contexto, ha surgido un campo de investigación conocido como inmunonutrición, que busca estudiar y adaptar la dieta y el estilo de vida para fortalecer las defensas del organismo y prevenir enfermedades. Las científicas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Ascensión Marcos, Esther Nova, Sonia Gómez-Martínez y Ligia Esperanza Díaz, en su libro "Inmunonutrición", nos revelan las claves de esta ciencia transversal.

El libro explora la relación entre la nutrición y las infecciones, destacando la importancia de la microbiota intestinal para la defensa del organismo. La microbiota intestinal, compuesta por billones de bacterias beneficiosas, desempeña un papel crucial en la absorción de nutrientes, el metabolismo de los alimentos y la protección contra organismos patógenos. Además, las autoras subrayan que cada individuo tiene su propia composición de microorganismos, lo que ha llevado a investigaciones centradas en definir un conjunto mínimo de funciones propias de una microbiota sana.

El libro también aborda el impacto del estilo de vida en la salud y las defensas del organismo. La nutrición adecuada es fundamental para una respuesta inmunológica óptima, ya que las células del sistema inmunológico requieren nutrientes para cumplir su función. Asimismo, el ejercicio físico regular y de intensidad moderada se ha demostrado que influye en la diversidad y composición de la microbiota intestinal, mientras que el estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico y aumentar la vulnerabilidad a las infecciones.

Aunque existen pautas generales para un estilo de vida saludable, las autoras señalan que la ingesta adecuada de nutrientes puede variar según las circunstancias individuales y los factores genéticos. A pesar de estas complejidades, está claro que una dieta equilibrada, un buen descanso y actividad física, así como el cuidado emocional, son fundamentales para favorecer una buena función inmunológica.

La inmunonutrición se presenta como un campo prometedor en el cuidado de la salud, ya que nos permite comprender cómo nuestros hábitos alimenticios y de estilo de vida pueden influir en nuestra respuesta inmunológica. Este conocimiento nos proporciona herramientas para mantenernos sanos y prevenir diversas enfermedades.

No te pierdas una noticia, suscribete gratis para recibir DiarioSalud en tu correo, siguenos en Facebook, Instagram, Twitter, Linkedln, telegram y Youtube

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad