La inmunoterapia se consolida como una de las estrategias más innovadoras en el tratamiento del cáncer, al aprovechar el propio sistema inmunitario del paciente para combatir la enfermedad. En particular, la terapia con células CAR-T ha ganado relevancia en los últimos años. Este tratamiento consiste en modificar genéticamente células T, parte del sistema inmunológico, para que reconozcan y eliminen las células cancerosas.
El Dr. Richard Vile, inmunólogo de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, destaca que este tipo de inmunoterapia ofrece un enfoque más selectivo y menos agresivo en comparación con la quimioterapia. "La terapia con células CAR-T ataca específicamente las células cancerosas, lo que la hace menos tóxica para las células sanas", afirma.
Aprobada por la FDA para ciertos tipos de linfoma, leucemia y mieloma, esta terapia se ha mostrado particularmente eficaz en el tratamiento de cánceres de la sangre. Sin embargo, aún enfrenta retos para tratar tumores sólidos, debido a la resistencia que estos presentan a las células inmunitarias.
La investigación continúa para perfeccionar la terapia CAR-T, con miras a reducir efectos secundarios graves como el síndrome de liberación de citocinas (SLC) y los problemas neurológicos temporales. Además, científicos buscan expandir su aplicación a más tipos de cáncer, así como a enfermedades autoinmunes y trasplantes de órganos.
Este avance en inmunoterapia representa un gran paso hacia tratamientos más efectivos y personalizados para pacientes con cáncer, con el potencial de prolongar la remisión durante años.
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