La Organización Panamericana de la Salud (OPS) entregó más de 11,000 viales de un medicamento para mejorar el tratamiento de pacientes gravemente enfermos de COVID-19 en 15 países de América Latina y el Caribe.
De acuerdo con la organización, el tocilizumab, ha demostrado reducir la mortalidad en pacientes hospitalizados con COVID-19 grave o crítico, que se deterioran rápidamente o necesitan mayores niveles de oxígeno, y que tienen una respuesta inflamatoria significativa.
La compra, con valor de más de 2 millones de dólares, fue realizada por la OPS con el apoyo del Gobierno de Estados Unidos.
«Hay pruebas claras de que el tocilizumab puede ayudar a salvar vidas en pacientes hospitalizados por COVID-19», dijo Sylvain Aldighieri, gerente de Incidentes para COVID-19 en la OPS.
Desde el inicio de la pandemia, COVID-19 ha causado más de 2.8 millones de muertes en la región de las Américas. Aunque la vacunación ha reducido considerablemente las hospitalizaciones, el virus sigue causando enfermedades graves, sobre todo en los grupos de riesgo, como los ancianos o las personas con enfermedades subyacentes graves. Sólo en la última semana, la COVID-19 fue responsable de más de 4,300 muertes en la región.
El tocilizumab, un inmunosupresor, administra anticuerpos monoclonales dirigidos contra los receptores de la interleucina 6 (IL-6) y los bloquean. La proteína celular Interleucina-6 induce una respuesta inflamatoria y se encuentra en niveles elevados en pacientes en estado crítico por COVID-19.
La OMS añadió el tocilizumab a su lista de tratamientos precalificados para la COVID-19 a principios de 2022. El fármaco se desarrolló originalmente para tratar la artritis y ha sido autorizado para este uso en muchos países.
Administrado por vía intravenosa, el tocilizumab debe utilizarse en los hospitales.
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