Por: Dra. Karina Willians, presidenta Sociedad Dominicana de Anestesiología.
En el año 2019 el repositorio nacional del Ministerio de Salud Pública (MSP) reportó 92 mil cirugías en un solo trimestre de las cuales 36,800 correspondieron a cirugías mayores. Todas estas cirugías tienen un equivalente en número a las anestesia administradas.
Este número no es real ya que en estas estadísticas no están los pacientes que se someten a procedimientos anestésicos en el sector privado, ni las anestesias tipo sedación para pacientes ambulatorios en todo el territorio nacional.
Los anestesiólogos del país son los responsables de mantener con vida, proporcionar confort, bajar la ansiedad, bloquear el dolor y mantener íntegro el estado general a los cientos de pacientes que necesitan un procedimiento quirúrgico o clínico y con ello administración de anestesia.
Los riesgos laborales del ejercicio de la anestesiología no son compensados en ninguno de los ámbitos que requiere una profesión tan estresante y delicada.
1- ley especial para evaluación periódica ante el estrés que genera la profesión.
2- Regulación de las horas de trabajo, y de los contratos laborales por las autoridades competentes,año sabático. Vacaciones obligatorias.
3- Evaluaciones psicológicas periódicas.
4- Pruebas de dopaje supervisadas.
5- Remuneración justa acorde a los riesgos que implica el ejercicio de ese profesional.
Este último punto que es el que compete en esta lucha tenemos que resaltar que el médico anestesista lleva 10 a 12 años de estudio.
El 35% de un procedimiento quirúrgico de 6 mil pesos es 2,100 pesos de los cuales hay un 10% de retención de impuestos y según el tipo de contrato verbal o escrito que tenga el profesional del restante es dividido en un segundo porcentaje que puede ser de un 15 a un 35% de la cifra ya mencionada.
Nosotros no tenemos remuneración justa ante el alto riesgo que implica nuestra profesión. Cinco pacientes que requieren la misma cirugía pueden tener para nosotros diferentes riesgos por sus enfermedades concomitantes y hábitos, esa particularidad individual cambia inmediatamente la conducta anestésica y el manejo en el perioperatorio.
No somos indolentes ante los pacientes, pero después de 19 años de intentos entendemos que es tiempo de que las ARS y el CNSS asuman una postura responsable y estudien las opciones para aprobar nuestro tarifario médico que está avalado por una firma económica reconocida siendo este el tercer intento para que con horas laborables justas tengan una mejor remuneración.
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