El último Anuario de Estadísticas Vitales, de la ONE reveló que en el 2023, 7,616 niñas entre nueve y 17 años de edad se convirtieron en madres.
Un análisis detallado de los nacimientos en la República Dominicana en 2023 revela cifras alarmantes sobre la maternidad en adolescentes y niñas. Según datos del Registro Civil, se registraron 18,545 nacimientos de madres menores de 20 años. Esta cifra se desglosa en varios grupos de edad, destacando la urgencia de abordar este problema desde diversas perspectivas sociales y de salud.
Entre los nacimientos reportados, 141 corresponden a niñas de tan solo 9 a 13 años, lo que representa un desafío significativo para la salud pública y la protección infantil en el país. Además, 1,698 nacimientos fueron de madres adolescentes de 14 y 15 años, mientras que el grupo de 16 y 17 años sumó 5,777 nacimientos. La mayoría de los nacimientos en este rango de edad, 10,929, correspondieron a mujeres de 18 y 19 años.
La edad promedio de las madres menores de 20 años para los nacimientos registrados en 2023 fue de 17.56 años, ligeramente inferior a la edad de mayoría de edad establecida en el país. Esta información subraya la necesidad de evaluar y mejorar la eficacia de los programas de salud materno-infantil y de planificación familiar.
Comprender la frecuencia y magnitud de los nacimientos en adolescentes y niñas es crucial para diseñar intervenciones efectivas. Estos datos permiten evaluar los programas existentes, identificar las necesidades de servicios y recursos médicos, y valorar la efectividad de las campañas de registro civil y de planificación familiar.
El Registro Civil, como principal fuente de estadísticas vitales, proporciona una visión integral de los eventos vitales en el país. Esta información es esencial para calcular tasas de natalidad y para comprender el crecimiento y la estructura de la población dominicana.
Las cifras reveladas en este anuario destacan la necesidad urgente de políticas y programas que aborden la maternidad temprana y que apoyen a las adolescentes y niñas a evitar embarazos no deseados. El enfoque debe ser integral, incluyendo educación sexual, acceso a métodos anticonceptivos, y programas de apoyo social y económico para las jóvenes y sus familias.
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