Los recientes despidos masivos ejecutados por la administración Trump en las principales agencias de salud de Estados Unidos han generado una ola de preocupación en la comunidad científica y médica. Durante un seminario web organizado por la organización de investigación por contrato (CRO) NAMSA, expertos del sector advirtieron sobre las posibles repercusiones en el futuro de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA), especialmente en lo que respecta a la innovación y aprobación de dispositivos médicos.
Según un comunicado oficial de la Casa Blanca, los recortes —que incluyen a la FDA, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH)— afectarán a unos 10.000 empleados, reduciendo el personal total del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de 82.000 a 62.000 trabajadores a tiempo completo.
Durante el seminario, el Dr. Jeff Shuren, exdirector del Centro de Dispositivos y Salud Radiológica (CDRH) de la FDA, expresó su preocupación sobre el impacto inmediato en los tiempos de revisión de dispositivos médicos. “No sería sorprendente que los recortes resultaran en demoras en las aprobaciones, al menos en el corto plazo”, afirmó.
Shuren subrayó que será crucial garantizar la continuidad del conocimiento técnico dentro del programa de revisión previa a la comercialización, así como fortalecer el reclutamiento y la retención del talento. También destacó la posible utilidad de herramientas basadas en inteligencia artificial (IA) para mejorar la eficiencia del proceso, aunque advirtió que muchos de los expertos involucrados en estos avances también se vieron afectados por los despidos.
“El rigor científico de las evaluaciones no puede verse comprometido”, enfatizó, señalando que la confianza pública en la FDA depende de decisiones fundamentadas en evidencia sólida.
Impacto internacional e institucional
El Dr. Juan Granada, presidente y CEO de la Fundación de Investigación Cardiovascular (CRF), señaló que, aunque la FDA siempre ha sido receptiva a la innovación, actualmente impera un clima de “miedo e incertidumbre” sobre su capacidad operativa futura. “Las empresas internacionales se preguntan si seguirán contando con una FDA funcional”, advirtió.
Por su parte, el Dr. Martin Leon, profesor en la Universidad de Columbia y fundador del CRF, lamentó el retroceso de lo que calificó como una de las grandes fortalezas de la agencia: su modelo de comunicación abierta con los desarrolladores y el ecosistema médico. “Ese canal de diálogo era invaluable para avanzar en ciencia regulatoria y procesos de aprobación más eficientes. Verlo desaparecer tan rápidamente es preocupante”, sostuvo.
Leon advirtió que estos cambios podrían socavar la cultura de innovación que la FDA ha cultivado en los últimos años, y llamó a restaurar los espacios de diálogo y cooperación. “La FDA no funciona en el vacío. Si pierde su capacidad de comunicarse y evolucionar, el impacto negativo en el sistema de salud será profundo y duradero.”
Fuente: Medical Device Network
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