La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en alerta al mundo al incluir al virus Nipah en su lista de enfermedades prioritarias para investigar, uniéndose al ébola y al zika debido a su potencial epidémico. Según el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC), la tasa de letalidad de este virus oscila entre un 40% y un 75% o incluso más, dependiendo de varios factores, lo que lo convierte en una amenaza significativa para la salud pública.
El virus Nipah ha sido apodado como uno de «los malotes del barrio» por expertos en microbiología debido a su pertenencia al grupo de patógenos de mayor riesgo (BSL 4), que incluye al ébola. Actualmente, no existe tratamiento ni vacuna aprobados para esta enfermedad.
Aunque el virus se encuentra principalmente en algunas partes de Asia, como India, Bangladesh y Malasia, la experiencia con la COVID-19 nos ha enseñado que las enfermedades infecciosas pueden extenderse a nivel global a través de viajeros infectados o residentes en áreas afectadas. Además, se han detectado pruebas serológicas de su presencia en murciélagos en varios países, incluyendo Camboya, Ghana, Filipinas, Indonesia, Madagascar y Tailandia.
La transmisión del virus Nipah ocurre a través de la contaminación de alimentos o agua por los fluidos de murciélagos, como saliva, heces u orina, que son consumidos por humanos, especialmente en puestos de comida callejera, o por cerdos que se alimentan de estos productos. Además, existe una cierta predilección por una bebida, el jugo de palmera datilera, que atrae a los murciélagos y puede ser una fuente de infección si están infectados. La transmisión también puede ocurrir por contacto directo de fluidos corporales entre humanos y animales infectados, aunque todavía se desconoce si hay otros animales involucrados en la transmisión.
Los síntomas iniciales del virus Nipah son similares a los de la gripe, incluyendo fiebre alta y malestar corporal, que pueden progresar a convulsiones y encefalitis. Los casos graves pueden presentar una alta mortalidad. Actualmente, no existen tratamientos específicos, pero se están investigando tratamientos y vacunas, incluyendo una basada en ARN mensajero.
La posibilidad de una pandemia global causada por el virus Nipah se considera baja en este momento, pero la falta de herramientas para combatirlo genera preocupación. La prevención es fundamental, y se recomienda a las personas que viajen a áreas afectadas seguir una serie de recomendaciones, como evitar ciertos alimentos, lavar la fruta fresca a fondo y practicar una buena higiene, como el lavado de manos. También es importante evitar el contacto con cerdos que puedan presentar síntomas de la enfermedad.
La salud pública y la vigilancia son esenciales para abordar esta amenaza emergente, y se insta a la población a mantenerse informada y seguir las indicaciones de las autoridades locales y de salud.
Fuente EFE.
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