Cuando una persona recibe un trasplante de órgano o tejido, su sistema inmunológico a menudo lo identifica como un invasor y desencadena una respuesta de rechazo. Este proceso, aunque necesario para proteger el cuerpo, puede ser devastador para los receptores de trasplantes. Sin embargo, la medicina está avanzando y ofreciendo una nueva esperanza para estos pacientes.
La Asociación de Enfermos y Trasplantados Hepáticos de Cataluña (AMTHC) explica que el rechazo puede ser hiperagudo, agudo o crónico, variando en severidad y tiempo de aparición. Para combatir este problema, los pacientes han dependido durante mucho tiempo de medicamentos que debilitan el sistema inmunológico, lo que, aunque efectivo, puede tener efectos secundarios significativos.
Pero ahora, una innovación de la Universidad de Northwestern en Chicago, EE. UU., podría cambiar drásticamente la forma en que se monitorean los órganos trasplantados. Se trata de un dispositivo electrónico inalámbrico que permite detectar signos tempranos de rechazo hasta tres semanas antes que los métodos convencionales.
Este dispositivo, un implante suave y extremadamente delgado, se coloca directamente sobre el órgano trasplantado, como un riñón, y monitorea continuamente la temperatura y otras respuestas del órgano asociadas con la inflamación. Cuando se detectan signos de rechazo, el sistema envía una alerta al paciente o al médico, transmitiendo los datos de forma inalámbrica a un teléfono inteligente o tableta cercana.
Los investigadores de la Universidad de Northwestern probaron con éxito este dispositivo en un pequeño animal de laboratorio con riñones trasplantados, demostrando su capacidad para detectar signos de rechazo de manera temprana. Este tiempo adicional para la detección temprana podría permitir a los médicos intervenir antes, mejorando los resultados y el bienestar de los pacientes, y aumentando las posibilidades de preservar los órganos donados, que son cada vez más valiosos debido a la creciente demanda y la escasez de órganos.
Según el nefrólogo de trasplantes de la Universidad de Northwestern, el doctor Lorenzo Gallon, este dispositivo podría ofrecer protección y tranquilidad a los receptores de trasplantes, quienes a menudo pasan el resto de sus vidas preocupándose por la salud de su órgano donado.
El doctor John A. Rogers, especialista en bioelectrónica de la Universidad de Northwestern, lideró el desarrollo del dispositivo y señaló la importancia de la detección temprana: «Si el rechazo se detecta temprano, los médicos pueden administrar terapias para mejorar la salud del paciente y evitar que pierda el órgano donado, o se ponga en peligro su vida. Cuanto antes se detecte el rechazo y se aplique un tratamiento, mejor».
Actualmente, el seguimiento de la función renal de los pacientes receptores de trasplantes se realiza a través de biomarcadores en sangre y biopsias, métodos que pueden ser invasivos y llevar mucho tiempo. Esta nueva tecnología podría revolucionar la atención a los pacientes trasplantados al proporcionar una detección temprana precisa y no invasiva de los signos de rechazo, mejorando su calidad de vida y sus posibilidades de éxito en el trasplante.
Fuente EFE.
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