Investigadores del Instituto de Neurociencias (IN-CSIC-UMH) han descubierto que dentro de los tumores existen grupos de células que juegan roles opuestos: algunas promueven la expansión maligna, mientras otras intentan reparar el daño que produce el cáncer. Este hallazgo, publicado en la revista Nature Cancer, abre nuevas vías para el desarrollo de tratamientos contra los tumores más agresivos.
El equipo liderado por Ángela Nieto ha demostrado que el mismo proceso que las células utilizan para migrar y formar órganos durante el desarrollo embrionario, la transición epitelio-mesénquima (EMT), se activa en el cáncer. Sorprendentemente, este proceso se despliega en dos trayectorias diferentes y opuestas dentro del tumor: una para expandir el cáncer y otra para repararlo. Las células que impulsan la expansión maligna se sitúan en la periferia del tumor, mientras que las que combaten el daño se concentran en el centro.
Khalil Kass Youssef, primer autor del estudio, destaca que ambas trayectorias pro y antitumorales son interdependientes, un descubrimiento que podría permitir diseñar nuevas terapias. Al bloquear la trayectoria maligna, se potencia la capacidad de las células antitumorales para atacar el cáncer. Estos resultados fueron corroborados mediante modelos animales y datos de pacientes, en especial en el cáncer de mama triple negativo, conocido por su mal pronóstico.Este estudio fue financiado por instituciones como el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), entre otras.
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