Durante la 4ª edición del ARC en Vitamina D, organizado por Luzán 5 y respaldado por la Sociedad Española de Investigación Ósea y del Metabolismo Mineral (SEIOMM), cerca de 300 médicos de diferentes especialidades se han congregado para explorar los últimos avances en la investigación de la vitamina D. El evento, que también fue transmitido en directo a diversas ciudades españolas, contó con la inauguración de la Organización Médica Colegial (OMC).
El comité científico, compuesto por destacados expertos en vitamina D, revisó las comunicaciones presentadas en congresos nacionales e internacionales anteriores. Como novedad de este año, se presentaron casos clínicos prácticos de interés, lo cual generó una mayor discusión entre los asistentes.
Uno de los temas centrales que atrajo atención fue el estudio de los efectos extraóseos de la vitamina D, así como la necesidad de monitorizar los niveles de esta vitamina y las diferencias entre los distintos metabolitos disponibles para su tratamiento. El Dr. Manuel Sosa Henríquez, coordinador del evento y catedrático de Medicina de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, resaltó la importancia de estos temas en la discusión médica actual.
La vitamina D ha sido objeto de interés durante años debido a su papel fundamental en la salud ósea, pero también a sus beneficios extraóseos. El Dr. Óscar Torregrosa Suau, de la Unidad de Metabolismo Óseo del Hospital General Universitario de Elche, Alicante, destacó las acciones antiinflamatorias y anticancerígenas de la vitamina D, y su capacidad para mejorar el pronóstico y la clínica de diversas patologías metabólicas.
Aunque persisten debates sobre los niveles óptimos de vitamina D para iniciar un tratamiento, las principales guías de recomendación consideran que alcanzar un nivel de 30 ng/ml es deseable. El Dr. Gonzalo Allo Miguel, del servicio de endocrinología y nutrición del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, mencionó un estudio reciente que demostró que la suplementación con 2.000 UI de colecalciferol junto con calcio logró elevar los niveles de 25(OH)D por encima de 30 ng/ml en una población mayoritariamente osteoporótica, sin afectar los niveles de calcio y fósforo en sangre.
A pesar de la abundancia de luz solar en España, aún se registran numerosos casos de deficiencia e insuficiencia de vitamina D en la población general. Este déficit es más frecuente en adultos mayores y se ha asociado cada vez más con diversos problemas clínicos. El Dr. Francisco José Tarazona Santabalbina, del servicio de geriatría del Hospital Universitario de la Ribera en Alzira, Valencia, destacó la relación entre la deficiencia de vitamina D y la fragilidad ósea, así como la mayor incidencia de infecciones hospitalarias en casos de fracturas de cadera y la relación con enfermedades cardiovasculares.
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