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Pacientes de válvula aórtica podrían evitar la cirugía de corazón abierto con TAVR

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La válvula aórtica, que es una de cuatro válvulas que regula el flujo de sangre a través del corazón, sin duda sirve una función vital. Para la mayoría de los pacientes, tener que reemplazar una válvula enferma debido a una apertura estrecha requiere una cirugía potencial de corazón abierto, acompañada de sus posibles complicaciones y de semanas sino meses de recuperación.

En los pasados años ha surgido un procedimiento mínimamente invasivo llamado reemplazo de válvula aórtica transcatéter (TAVR por sus siglas en inglés). Dicho procedimiento había sido reservado mayormente para pacientes tan ancianos y enfermos que probablemente no podrían sobrevivir una cirugía de corazón abierto. Ahora TAVR se ha convertido en una opción superior para aquellos candidatos de reemplazo de válvula que son considerados de “bajo riesgo” para la cirugía de corazón abierto.

La expansión de este procedimiento seguirá el reciente lanzamiento de ensayos clínicos importantes que encontraron que TAVR es más eficaz – comparado con la cirugía tradicional – para los pacientes más jóvenes y más saludables.

Miami Cardiac & Vascular Institute ha sido un líder en el TAVR y en otros procedimientos y cirugías de reemplazo y reparación de válvulas cardiacas. El Instituto actualmente realiza procedimientos TAVR en pacientes de alto riesgo dice Ramón Quesada, M.D., director médico de programas de Intervención Cardiaca Estructural e Intervención Coronaria Percutánea Compleja en Miami Cardiac & Vascular Institute.

Para los candidatos correctos, TAVR reemplaza una válvula aórtica enferma con una nueva válvula biológica. Los médicos usan un alambre como guía para mover la nueva válvula (colapsada y colocada dentro de un catéter con una malla de alambre) a través de la arteria de la pierna, finalmente llevándola hasta el corazón. Ellos entonces expanden un pequeño balón que se usa para abrir la válvula enferma y ensancharla. El paciente está sedado pero consciente durante el procedimiento y el tiempo de recuperación es de días o semanas, en comparación con meses para los pacientes de cirugía de corazón abierto. Los pacientes de TAVR no tienen que estar conectados a una máquina cardiopulmonar como en el caso de las cirugías de corazón abierto.

Los ensayos clínicos compararon a los pacientes de cirugía con los de TAVR. Los pacientes de TAVR que tenían más bajo riesgo tuvieron muchas menos muertes, infartos cerebrales y re hospitalizaciones combinadas un año después de los procedimientos. Los hallazgos en los pacientes de bajo riesgo sugieren que el valor del TAVR en comparación con la cirugía tradicional, “puede ser independiente de los perfiles de riesgo”, declararon los investigadores. Cabe mencionar que en este momento se espera que la Administración de Drogas y Alimentos de los EE.UU. (FDA por sus siglas en inglés) apruebe el procedimiento para pacientes de más bajo riesgo en los próximos meses. Tanto como 20,000 pacientes cada año están proyectados a ser elegibles para le TAVR. Eso es además de aproximadamente 60,000 pacientes de riesgo intermedio y de alto riesgo que se someten al TAVR en la actualidad.

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