Los motivos por los que alguien puede sufrir un brote psicótico son diversos y conocer el origen de este brote para diferenciar si se trata de una enfermedad psiquiátrica, autoinmune o infecciosa, es clave para proponer un tratamiento y el seguimiento de la enfermedad más adecuados. Actualmente el diagnóstico de la psicosis autoinmunitaria por encefalitis anti-NMDAR, una enfermedad rara, se realiza mediante un test de anticuerpos que requiere una punción lumbar, algo que no es fácil de obtener en instalaciones psiquiátricas ni es habitual en una primera valoración.
En un artículo que acaba de publicar la revista Neurology, científicos de la U762 CIBERER en el Instituto de Investigación del Hospital de Sant Pau – IIB Sant Pau y la U764 CIBERER en el Hospital Clínic-IDIBAPS proponen el uso de un biomarcador de daño neuronal en sangre que permitirá identificar con precisión y de forma no invasiva si el origen del brote psicótico es autoinmune o psiquiátrico.
“Nuestro estudio puede tener un gran impacto en la práctica clínica. Ofrecemos por primera vez un marcador no invasivo que nos permite identificar a aquellos pacientes que tienen más riesgo de tener una encefalitis NMDAR, algo que no estaba disponible hasta ahora”, explica Luis Querol, neurólogo del Hospital de Sant Pau e investigador de la U764 CIBERER. “Contar con un diagnóstico inmediato gracias a este marcador nos permite proponer el tratamiento más adecuado y saber cuándo es necesario hacer más pruebas o monitorizar el progreso de la enfermedad”, añade Lorena Martín, investigadora en el mismo grupo y una de las primeras autoras del artículo.
La mayoría de los pacientes que llegan con un primer episodio de psicosis necesitan fármacos antipsicóticos, que a su vez pueden desencadenar eventos neurológicos adversos indistinguibles de encefalitis anti-NMDAR. Tratarlos sin un diagnóstico sobre el origen de la psicosis dificulta mucho el diagnóstico diferencial porque los nuevos síntomas pueden atribuirse a una complicación inducida por neurolépticos en un paciente psiquiátrico cuando, posiblemente podría tratarse de una encefalitis autoinmune en evolución. Asimismo, retrasar las intervenciones terapéuticas a la espera de resultados de los anticuerpos no sería una opción válida, puesto que el tratamiento precoz es un factor importante en el pronóstico de estos pacientes.
La proteína NfL, un biomarcador cada vez más extendido en neurociencia
El biomarcador que proponen los investigadores es la proteína NfL (Neurofilament light chain). Los niveles de esta proteína en sangre indican daño neuronal y esto hace que sea un buen marcador para diagnosticar y evaluar la progresión o tratamiento en muchas enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, las demencias o las neuropatías. El principal beneficio es que puede obtenerse con un análisis de sangre y evitar así técnicas diagnósticas más invasivas, como la punción lumbar.
El estudio publicado muestra que los pacientes jóvenes con un primer brote psicótico y unos niveles de NfL por encima de 15 pg/ml tienen 120 veces más probabilidades de tener una encefalitis NMDAR que un brote de origen psiquiátrico. Por tanto, los niveles de NfL en sangre pueden determinar con precisión a qué pacientes con un primer brote psicótico es necesario realizar una evaluación neurológica y una punción lumbar.
«Hasta ahora no se había propuesto este biomarcador para el diagnóstico de la encefalitis autoinmune, solo existe algún estudio que lo evalúa en relación a la prognosis y la severidad de la enfermedad», afirma Mar Guasp, investigadora predoctoral de la U764 CIBERER en el Hospital Clínic-IDIBAPS y una de las primeras autoras del trabajo. “Nuestros resultados demuestran no solo que es un excelente candidato para un primer diagnóstico y cribado, sino que podría ser un buen marcador para obtener mejores resultados en el seguimiento a largo plazo de los pacientes cuando éstos dejan la UCI o son dados de alta del hospital”, añade Josep Dalmau, jefe de grupo de la U764 CIBERER.
Fuente: CIBER
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