Ante el aumento global de brotes de difteria durante en el 2023 y la carencia de directrices de práctica clínica basadas en evidencia para su tratamiento, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó las primeras orientaciones sobre el tratamiento clínico de la difteria.
De acuerdo a la OMS, la difteria sigue siendo una enfermedad desatendida y la vacunación es la máxima prioridad.
Debido a que para los pacientes con difteria, el acceso a antibióticos, DAT y atención de apoyo puede salvarles la vida, la guía aborda el uso de la antitoxina diftérica (DAT) en el tratamiento de la difteria.
También incluye nuevas recomendaciones sobre antibióticos. En pacientes con difteria sospechada o confirmada, la OMS recomienda el uso de antibióticos macrólidos (azitromicina, eritromicina) en lugar de antibióticos de penicilina.
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