Por la doctora Karenny Perdomo Montero
¿Qué es el trastorno del espectro autista?
El trastorno del espectro autista (TEA) es un trastorno cerebral con el que se nace. Afecta a la comunicación y a la interacción social y va acompañado de patrones de comportamiento e intereses restringidos y repetitivos.
¿Cómo y cuándo detectar el autismo?
El autismo y los trastornos del espectro autista se diagnostican a los 3 años. El papel de los padres es fundamental para saber cómo detectar el autismo, ya que son los que primero notan que el desarrollo de su hijo no sigue las pautas habituales. Diversas investigaciones han demostrado que cuando los progenitores expresan sus dudas acerca del comportamiento de un niño, habitualmente están en lo correcto. Es recomendable hacer las pruebas correspondientes rápidamente.
Diferencias sociales de los niños con autismo:
• No mantiene contacto visual o establece muy poco contacto visual.
• No responde a la sonrisa ni a otras expresiones faciales de los padres.
• No mira los objetos ni los eventos que están mirando o señalando los padres.
• No señala objetos ni eventos para lograr que los padres los miren.
• No lleva objetos de interés personal para mostrárselos a los padres.
• No suele tener expresiones faciales adecuadas.
• Es incapaz de percibir lo que otros podrían estar pensando o sintiendo al observar sus expresiones faciales.
• No demuestra preocupación (empatía) por los demás.
• Es incapaz de hacer amigos o no le interesa hacerlo.
Diferencias de comunicación en los niños con autismo:
• No señala cosas para indicar sus necesidades ni comparte cosas con los demás.
• No dice palabras sueltas a los 16 meses.
• Repite exactamente lo que otros dicen sin comprender el significado (generalmente llamado repetición mecánica o ecolalia).
• No responde cuando lo llaman por su nombre pero sí responde a otros sonidos (como la bocina de un automóvil o el maullido de un gato).
• Se refiere a sí mismo como «tú» y a otros como «yo», y puede mezclar los pronombres.
• Con frecuencia no parece querer comunicarse.
• No comienza ni puede continuar una conversación.
• No usa juguetes ni otros objetos para representar a la gente o la vida real en los juegos simulados.
• Puede tener buena memoria, especialmente para los números, las letras, las canciones, las canciones publicitarias de la televisión o un tema específico.
• Puede perder el lenguaje u otros logros sociales, generalmente entre los 15 y 24 meses (que con frecuencia se denomina regresión).
Diferencias de comportamiento (conductas repetitivas y obsesivas) en un niño con autismo
• Se mece, da vueltas, se balancea, se tuerce los dedos, camina en la punta de los dedos de los pies durante largo tiempo, aletea las manos (comportamiento llamado «estereotípico»)
• Prefiere las rutinas, el orden y los ritos; tiene dificultades con los cambios o la transición de una actividad a otra.
• Se obsesiona con algunas actividades inusuales, que hace de forma repetitiva durante el día.
• Juega con partes de los juguetes en lugar del juguete entero (por ejemplo, le da vuelta a las llantas de un camión de juguete).
• Parece no sentir dolor.
• Puede ser muy sensible o no tener sensibilidad alguna a los olores, sonidos (ruidos), luces, texturas y al tacto (contacto).
• Mira o contempla de forma inusual, mira a los objetos desde ángulos poco comunes.
Cómo se puede distinguir a un niño con autismo de otros niños con desarrollo típico.
Aquí le brindamos algunos ejemplos que pueden ayudar a los padres a identificar los síntomas tempranos del autismo.
A los 12 meses
• Un niño con desarrollo típico voltea su cabeza cuando oye su nombre.
• Un niño con TEA puede que no voltee a mirar, incluso después de repetir su nombre varias veces, pero sí responde a otros sonidos.
A los 18 meses
• Un niño con retraso del habla, señala con el dedo, hace gestos o expresiones faciales para compensar por su falta de habla.
• Un niño con TEA puede no hacer intentos para compensar su retraso del habla o puede limitarse a hablar imitando o repitiendo lo que oye en la televisión o lo que acaba de oír.
A los 24 meses
• Un niño con desarrollo típico trae una imagen o fotografía para mostrarle a su madre y comparte la alegría que le causa con ella.
• Un niño con TEA puede traer un frasco o envase de burbujas de jabón para que se lo abra, pero no hace contacto visual con su madre o muestra alegría de jugar juntos
En conclusión; los niños con TEA se desarrollan a ritmos distintos en áreas diferentes. Es posible que muestren un retraso en las destrezas del lenguaje, sociales y del aprendizaje, mientras que sus destrezas para caminar y trasladarse sean prácticamente iguales a las de otros niños de su edad, prestar atención a cómo se manejan tanto de manera individual como en grupos, su reacción al tacto y a las personas desconocidas.
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