El grupo de investigación de Física Médica del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada (ibs.GRANADA) ha logrado desarrollar una tecnología a través de fotodiodos y fototransistores que permite controlar la dosis de radioterapia administrada al paciente, garantizando un tratamiento adecuado y minimizando el daño al tejido sano. Esta tecnología contribuye, además, al ahorro económico, además de a una menor inversión de horas de trabajo del personal especializado.
El tratamiento de los pacientes oncológicos tiene tres pilares fundamentales, que son: cirugía, radioterapia y quimioterapia; como tratamientos únicos o combinados. La proporción de pacientes con cáncer para los que está indicada la radioterapia es del 52%, lo que refleja la enorme importancia de este tipo de tratamiento en el manejo de este conjunto de enfermedades.
En un programa de radioterapia la irradiación debe administrarse con la dosis justa para tratar correctamente los tejidos tumorales, pero intentando evitar los daños en los tejidos sanos. Para garantizar que esto sea así, se emplea la dosimetría in vivo, que consiste en la medida de la dosis realmente administrada a cada paciente en una sesión de tratamiento; sin embargo muchos de estos sistemas de dosimetría in vivo, son costosos económicamente y exigen mucho tiempo de trabajo.
Este equipo de científicos del ibs.GRANADA en colaboración con el departamento de Electrónica y Tecnología de Computadores de la Universidad de Granada han desarrollado un prototipo propio que emplea fotodiodos y fototransistores que detectan la radiación al alterar sus características eléctricas. A través de un sistema de medida, de lectura e interpretación desarrollado por esta investigación traslacional, pueden saber cuál es la dosis exacta de radioterapia que recibe un paciente oncológico.
Lo novedoso de este estudio granadino es el desarrollo de un sistema de dosimetría in vivo mucho más barato y que implique una menor dedicación de horas de trabajo, sin perder la fiabilidad que tienen otros sistemas. Sin la colaboración entre investigadores básicos de la Universidad de Granada y físicos hospitalarios del Hospital Universitario Clínico San Cecilio, no hubiera sido posible el desarrollo de esta tecnología.
Fuente: DICYT
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