La coalición Dominicana Saludable dio a conocer detalles sobre el Proyecto de Resolución de Etiquetado Frontal de Advertencia Nutricional (EFAN), impulsado por el Ministerio de Salud Pública.
El proyecto, que lleva más de dos años en proceso, aún no cuenta con una regulación oficial ni un documento final, aunque el pasado 13 de enero venció el plazo para recibir propuestas de cambios durante la vista pública.
A pesar de la participación ciudadana, la coalición expresó su preocupación por los intereses de la industria alimentaria que buscan frenar la iniciativa o suavizar los estándares establecidos por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y otras entidades regionales.
“Esperamos que a la mayor brevedad se dé a conocer el documento oficial, aunque sabemos que fuertes intereses ligados a la industria de alimentos están presionando para que esta resolución no se ponga en vigencia y si finalmente se logra, que no cumpla con los estándares establecidos por la OPS y otras entidades de la Región que han hecho sus recomendaciones al Ministerio de Salud”, indicó la coalición.
Durante su intervención, la doctora Evangelina Soler hizo énfasis en el aumento de enfermedades vinculadas al consumo de productos procesados, tanto en la población infantil como en la general. Soler subrayó que la obesidad es una de las pandemias más grandes en las sociedades industrializadas, especialmente en Estados Unidos, donde más del 25% de los niños sufren de esta condición.
Destacó que en América Latina, la tendencia es igualmente alarmante, con la obesidad siendo un factor clave para el desarrollo de enfermedades como hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia y otras patologías metabólicas, muchas de las cuales pueden contribuir al surgimiento de enfermedades emergentes como el Alzheimer y ciertos tipos de cáncer.
El doctor Marcos Díaz, director de la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), ratificó que la obesidad, la diabetes, la hipertensión y los accidentes cerebrovasculares son verdaderas epidemias originadas desde la niñez debido a la mala alimentación.
El doctor Díaz resaltó que el etiquetado frontal es una herramienta esencial para garantizar que todos los consumidores tengan acceso a la información sobre los riesgos de los productos que consumen, reconociendo el derecho a la información como un aspecto fundamental de la salud pública.
Por su parte, el presidente de Dominicana Saludable, doctor Samuel Ramos, recordó que el plazo para la consulta pública venció el 13 de enero y urgió a las autoridades a agilizar la recopilación de opiniones para emitir la resolución final.
El doctor Ramos también cuestionó el plazo de 18 meses propuesto para la implementación del etiquetado, considerando que es excesivo. Citó como ejemplo el caso de Haití, donde se otorgó solo dos semanas para que los productos dominicanos ajustaran sus etiquetas, sugiriendo que la República Dominicana podría aplicar los cambios de manera mucho más rápida.
El etiquetado frontal, que utiliza octágonos negros en los productos con altos niveles de azúcar, sal y grasas saturadas, no busca prohibir la venta de estos productos, sino informar a los consumidores sobre los riesgos que enfrentan al consumirlos.
Según el doctor Ramos, esta medida es un derecho para todos los consumidores, permitiéndoles tomar decisiones informadas sobre su alimentación. También destacó que en países donde ya se ha implementado el etiquetado frontal, muchas empresas han optado por reformular sus productos para reducir los niveles de estos ingredientes, eliminando así los sellos de advertencia.
Altagracia Paulino, presidenta del Observatorio Nacional para la Defensa de los Derechos del Consumidor (ONPECO), aclaró que el etiquetado frontal no está diseñado para perjudicar las ventas de las empresas, sino para proteger la salud pública.
En este sentido señaló que aunque algunas empresas temen que el etiquetado afecte sus ventas, Paulino subrayó que los consumidores tienen el derecho de estar informados sobre lo que están comprando. Además, señaló que los empresarios deben entender que la resolución no representa un conflicto de intereses, sino un interés común por la salud colectiva.
La actividad contó con la participación de diversos actores de la salud y la educación, incluidos directivos de Dominicana Saludable, representantes de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Ministerio de Salud Pública, el Ministerio de Educación, y otras instituciones clave en la promoción de la salud pública y la nutrición. Todos coincidieron en la importancia de seguir adelante con el etiquetado frontal, como medida preventiva ante la creciente prevalencia de enfermedades no transmisibles en la región.
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