Con la conclusión de las festividades y las vacaciones, muchas personas enfrentan el desafío de regresar a la rutina laboral. Sin embargo, para algunos, este retorno va más allá de la simple incomodidad; están lidiando con la ergofobia, un miedo desproporcionado e irracional al trabajo o a ciertos aspectos de este.
La ergofobia, derivada de las palabras griegas ‘ergon’ (trabajo) y ‘phobos’ (miedo), puede manifestarse en diversos momentos durante la jornada laboral, afectando la capacidad de desempeño y generando un malestar significativo. Según el Instituto Psicológico Claritas (IPC), este temor puede surgir antes, durante o después de la jornada laboral, y su intensidad puede dificultar incluso la búsqueda de empleo.
Causas y Manifestaciones de la Ergofobia:
Este miedo irracional al trabajo puede tener raíces profundas, como experiencias laborales traumáticas o negativas, un entorno laboral tóxico o el temor a ser juzgado por colegas. Además, problemas de autoestima o ansiedad social también pueden contribuir a la ergofobia.
La psicóloga y ‘coach’ Pilar Guerra destaca que situaciones específicas, como presentaciones en público o evaluaciones de desempeño, pueden desencadenar este trastorno, así como factores relacionados con el estrés, como cargas de trabajo excesivas o plazos ajustados.
Algunas recomendaciones para enfrentar la ergofobia:
Desactiva tu perfeccionismo: Evita la autoexigencia exagerada y obsesiva por la perfección, ya que esto puede generar conductas torpes y aumentar la ansiedad.
Practica técnicas de relajación: La meditación, la respiración profunda y el yoga son efectivos para reducir el estrés y la ansiedad, centrando la mente en el presente.
Establece metas pequeñas y alcanzables: Dividir las tareas en pasos manejables brinda un sentido gradual de logro, fortaleciendo la confianza en la capacidad para enfrentar responsabilidades laborales.
Busca ayuda profesional: Reconocer el problema y buscar apoyo profesional son pasos cruciales para superar la ergofobia, permitiendo una vida laboral más plena y satisfactoria.
Distingue ‘exigencia’ de ‘excelencia’: La búsqueda de la excelencia implica reconocer los errores como aprendizaje, a diferencia de la autoexigencia perfeccionista, que puede generar angustia.
Fuente EFE.
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