Artículo de la doctora Zoribeth Martínez Lucero
Aftas Bucales son ulesiones úlcero mucosas, como una pequeña herida o llagas, que se localizan generalmente en la mucosa oral de bordes planos y regulares y rodeada de una zona de eritema. Se les suele confundir con el herpes simple, pero no tienen relación. Generalmente aparecen en la zona interior de los labios, las mejillas, las encías, o la lengua. No es una inflamación contagiosa, ni se transmite de una persona a otra.
Normalmente tienen una coloración amarillenta y blancuzca y están rodeadas por un área roja y brillante.
Son dolorosas y causan molestias en la boca y una mala sensación cuando aparecen.
Las personas se asustan cuando salen ya que duran un tiempo en la boca. Son usualmente pequeñas pero, en ocasiones, pueden ser grandes. El dolor disminuye en un período de 7 a 10 días, con una cicatrización completa de 1 a 3 semanas. Es común que las aftas reaparezcan.
Entre las causas que pueden ocasionarlas, podemos mencionar:
a) Estrés emocional
b) Deficiencias en la alimentación (en especial de hierro, ácido fólico, vitamina B12 o vitamina C)
c) Períodos menstruales y cambios hormonales
d) Alergias
e) Una lesión bucal
f) Una limpieza dental agresiva o un mordisco en la lengua son algunas de los motivos que las originan.
Tratamiento:
No hay una cura perfecta para eso, pero hay un laboratorio que vende un spray que funciona muy bien para eso y las desaparece de 3 a 5 días.
¿Cuándo preocuparse acerca de las aftas?
Aunque benigna en la gran mayoría de los casos, el afta puede ser una manifestación de una enfermedad sistémica. Además, lesiones graves como el cáncer oral pueden parecerse a una úlcera simple.
Las aftas deben ser evaluadas cuando hay:
– Úlcera de tamaño inusualmente grande.
– Úlceras recurrentes, con el desarrollo de nuevas aftas antes de curar a las antiguas.
– Dolores persistentes, que dura tres semanas o más.
– Señales de infección alrededor de la úlcera.
– Síntomas sistémicos que sugieren la presencia de alguna enfermedad.
– Fiebre.
– Úlceras genitales asociadas.
Remedios caseros
Hacer gárgaras de agua de sal con bicarbonato de sodio ayuda a que sanen rápidamente.
Otro remedio consiste en mezclar una parte de peróxido de hidrógeno y una parte de agua. Luego, con un hisopo o aplicador de algodón, unte la mezcla directamente sobre el afta.
También, varias gotas de leche de magnesia aplicada sobre la llaga dos o tres veces al día ayuda a calmar el dolor.
Para prevenir una infección bacteriana, cepíllese los dientes y use hilo dental regularmente.
Acudir al odontólogo varias veces al año ayuda a tener una buena salud bucal.
Contacto: drazoribethml@hotmail.com
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