Por primera vez en Latinoamérica, científicos del Centro de Terapia Celular (CTC) −uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (CEPIDs) que cuentan con el apoyo de la FAPESP, con sede en la Universidad de São Paulo (USP) de la localidad de Ribeirão Preto, en Brasil−, pusieron a prueba un tratamiento innovador contra el cáncer, realizado con células reprogramadas del propio paciente.
Dicha técnica, conocida como terapia de células CAR-T, se puso en práctica para tratar un caso avanzado de linfoma difuso de células B grandes, el tipo más común de linfoma no Hodgkin, una enfermedad que afecta a las células del sistema linfático. El paciente, de 63 años, ya había sido sometido infructuosamente a distintas líneas de quimioterapia desde el año 2017.
“La expectativa de vida de ese paciente era de menos de un año. En casos como este, en Brasil, normalmente quedan únicamente los cuidados paliativos. Con todo, menos de un mes después de la infusión de las células CAR-T observamos una mejora clínica evidente, e incluso logramos eliminar la medicación contra el dolor”, comentó Renato Cunha, investigador asociado al CTC. Cunha trabaja en el Hospital de Clínicas, de la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto de la USP (HC-FMRP-USP), en donde coordina el Servicio de Trasplantes de Médula Ósea y Terapia Celular.
El tratamiento con células CAR-T se desarrolló primeramente en Estados Unidos, país en donde lo ofrecen dos laboratorios farmacéuticos a un costo de 400 mil dólares, y eso sin considerar los gastos con internación. En tanto, la metodología que se desarrolló en el CTC tiene un costo aproximado de 150 mil reales, que puede bajar más aún si esta terapia pasa a aplicarse a gran escala.
“Se trata de una tecnología sumamente reciente y de un logro que pone a Brasil en pie de igualdad con los países desarrollados. Es un trabajo de gran relevancia social y económica para el país”, afirmó Dimas Tadeu Covas, coordinador del CTC y del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología en Células Madre y Terapia Celular, que cuenta con apoyo de la FAPESP y del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq), vinculado al gobierno federal brasileño.
El primer paciente fue atendido por el equipo del CTC y del Hemocentro del HC-FMRP-USP en la modalidad de tratamiento compasivo, que permite el uso de terapias aún no aprobadas en el país en casos graves y con respecto a los cuales no existe ninguna otra opción disponible. El grupo pretende ahora poner en marcha un protocolo de investigación con una mayor cantidad de voluntarios.
Fuente: DICYT.
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