SANTO DOMINGO. - El 15 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Linfoma. La idea tras esta iniciativa global, celebrada cada año desde 2004, es dar a conocer dicha patología, la cual es curable en la mayoría de los casos si se detecta a tiempo.
Se llama linfomas, o tumores sólidos hematológicos, a las enfermedades cancerosas que se desarrollan en el sistema linfático, uno de los componentes principales del sistema inmunológico humano. Sus órganos, ganglios y conductos producen y transportan un líquido blanquecino entre los tejidos y la sangre, el cual ayuda al cuerpo a combatir las infecciones. Las amígdalas, el bazo, los adenoides y el timo forman parte de esta red.
Los linfomas se caracterizan generalmente por la presencia de ganglios linfáticos de tamaño aumentado debido a la difusión de masas anormales de tejido linfoide. Suele ocurrir con mayor frecuencia en los ganglios linfáticos, pero pudiese observarse además en el bazo, el hígado, al pulmón, el tubo digestivo, la médula ósea o cualquier órgano que contenga células linfoides.
Muchos linfomas son asintomáticos al comienzo. Como otros tipos de cáncer, la detección temprana del linfoma es la clave de combatirlo. El autoexamen es similar al de los senos. Con el dedo se tocan las áreas donde están presentes los ganglios linfáticos:
• El cuello, debajo de los laterales de la mandíbula.
• Debajo de los brazos.
• En la entrepierna.
• Detrás de las rodillas.
Si los ganglios se sienten grandes o inflamados al tacto, aunque no produzcan dolor, se debe visitar al médico para verificar si son linfomas, así como determinar cuál es el tratamiento apropiado.
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