SANTO DOMINGO.-Los sentidos no procesan la información recibida tal como es, sino que la someten a un procesos de filtración anatómicos, psicológicos, emocionales, sociales y culturales.
Cuando seleccionamos los alimentos, la influencia de la cultura es altamente significativa, y los factores culturales se reflejan con mayor facilidad en la aversión y en la discriminación.
La aversión explica porqué en la cultura occidental y oriental experimentan una sensación de repugnancia con ciertas clases de alimentos que usan en un lugar y el otro.
La discriminación tiene que ver con el concepto de conciencia alimentaria, es decir, con nuestra percepción sobre los valores nutricionales de los alimentos y las bebidas, así como también su procedencia y calidad.
Por lo tanto, además de lo que culturalmente estamos acostumbrados a consumir, la educación, el estilo de vida y el nivel socioeconómico adquieren gran relevancia en los sentidos de representación: vista,olfato, gusto, tacto, sensación y ahora las neurociencias incluyen, el sonido al masticar los alimentos igual con el sonido de las bebidas. Sabes por qué el slogan del refresco Coca Cola es la chispa de la vida?Escucha su sonido al destapar una botella; CHISSSS percibes la chispa de la vida.
Gran parte de estas investigaciones se realizaron en la Universidad de Oxford, en un experimento gastronómico.
La resonancia magnética activó los centros cerebrales asociados con el placer,( núcleo accumbens), y displacer ( la ínsula), lo que explica científicamente, el cómo y el porqué las personas eligen sus alimentos. La ciencia del deporte también han hecho su aporte para beneficiar a los atletas, porque después de una actividad intensa de entrenamiento o competición, lo dulce le sabe más dulce y lo salado por igual. De esta investigación surge el por qué de la producción de bebidas hidratantes y energizantes.
Otro experimento es que, las temperaturas frías disminuyen la percepción del sabor y las cálidas la aumentan. Esto confirma la conducta alimentaria de los países y crea su cultura gastronómica.
La antropología sensorial crea la percepción que activa nuestras expectativas: percibimos las sensaciones de los sentidos de representación: visual, auditivo, sabores, olores y tacto, en función de lo que tenemos registrado en nuestros mapas mentales.
La psicología social, estudia la conducta alimentaria del pueblo, y la antropología sensorial profundiza en cómo la cultura genera la identidad con la cual se identifica o no ese individuo con esos alimentos y esto se encuentra en el metaconciente colectivo de los que forman esa sociedad.
Las neurociencias estudian estas influencias sensoriales y las aplican por medio del Neuromarketing y crean una sociedad de consumo y capitalismo; generando riqueza, la cual debe aplicarse en parte, en responsabilidad social, devolviendo a la sociedad parte de los beneficios recibidos; esto hace crecer, desarrollar y progresar a la sociedad como un sistema interactuante de lo individual a lo colectivo y de lo colectivo a lo individual; un país en común unidad, con salud mental y una conducta alimentaria en balance energético.
Rafael Nadal Gómez
Psicólogo, Asesor y Consultor. Desarrollador de la tecnología Humana. Neuromanagement.
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