Dr. Bravo: “1 de cada 5 personas en el ámbito laboral puede experimentar un trastorno de salud mental”

SANTO DOMINGO. - El pasado 10 de octubre la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebró el Día  Mundial de la Salud Mental, con el objetivo de concienciar sobre este tipo de dolencias y tratar su importancia alrededor del mundo. Para este año, el tema es “La Salud Mental en el Trabajo”.

 
La salud mental es, en términos generales, el estado de equilibrio entre una persona y su entorno sociocultural que garantiza su participación laboral, intelectual y de relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida. Cuando ese equilibrio se rompe el bienestar también. Ese malestar puede dar origen a trastornos mentales, que son frecuentes en países como el nuestro.

De acuerdo a una publicación de la OMS y OPS, la globalización contribuyó al estrés generado por el trabajo. En la actualidad, 1 de cada 5 personas en el ámbito laboral puede experimentar un trastorno de salud mental. Cuando una persona padece de problemas de salud mental, con frecuencia los oculta y evita pedir ayuda para evitar la discriminación o para proteger su cargo.

 

Algunos de los síntomas que están relacionados al estrés en el trabajo pueden ir desde ausentismo laboral, productividad reducida, reclamos de incapacitación, quejas personales, rotación del personal, consecuencias legales, lesiones y enfermedades. Otros problemas de salud mental que se pueden observar en el ámbito laboral son: depresión, ansiedad, abuso de sustancia y dependencia de alcohol y otras drogas.

Depresión y ansiedad según la OMS cuestan anualmente a la economía mundial alrededor de 1 billón de dólares en pérdida de productividad, también señala el organismo que los problemas de salud mental en el trabajo alcanza el 2.5 billones de dólares y se espera que suba a 6 billones en el 2030.

La Federación Mundial de Salud Mental dice que por cada dólar que se invierte en el tratamiento de Depresión y Ansiedad supone un beneficio de 4 dólares en la mejoría de la salud y de la capacidad de trabajo de los empleados.  

Otro problema frecuente en el trabajo generado por el estrés es el llamado síndrome Burnout  o síndrome del trabajador quemado es un tipo de estrés laboral que se caracteriza por un progresivo agotamiento físico y mental, que tiene consecuencia en la autoestima. Éste puede provocar cambio en el estado de ánimo, desmotivación, falta de energía, disminución del rendimiento, problema de sueño, ansiedad, depresión, pérdida de peso, problemas con los ciclos menstruales, indiferencia hacia los clientes, usuarios y los compañeros de trabajo.

La importancia de tener una buena salud mental nos ayuda a: Afrontar las presiones normales de la vida, trabajar provechosa y productivamente, y hacer una contribución a nuestro entorno.

Las causas que pueden afectar tu salud mental son: La inseguridad, desesperanza, el rápido cambio social, los riesgos de violencia, problemas que afecten la salud física; también por factores y experiencias individuales, por la interacción social, por los valores culturales, por experiencias de la vida diaria, en la familia, escuela, en las calles y en el trabajo.

Los factores que influyen para poseer una buena salud mental son los siguientes: Los buenos hábitos alimenticios, el ejercicio constante, las buenas relaciones, evitando los vicios, tales como el consumo excesivo de alcohol y tabaco, o drogas; dormir un mínimo de ocho horas diarias, efectuando actividades sociales, recreativas, culturales y deportivas; y el hábito de la lectura, ya que leer enriquece la capacidad de atención e incrementa la memoria, aumenta la motivación y reduce el estrés.

Es fundamental cuidar la salud mental para evitar cualquier enfermedad que pueda afectar la calidad de vida, así como visitar frecuentemente al médico.

¿Cuando buscar ayuda?
1.- Trastornos del sueño. Los cambios en los patrones de sueño (dificultad para conciliarlo, para mantenerlo o dormir demasiado) tiende a ser la primera señal de que algo anda mal.
2.- Aislamiento. Un trastorno mental tienden a degenerar, entre otros, en aislamiento social. No es normal que una persona abandone a su grupo de amigos o se niegue a relacionarse con los demás.
3.- Cambio en la conducta. Cambios marcados en el modo de ser (irritabilidad y  explosiones), en la forma de relacionarse, en los grupos que frecuenta, con pérdida de cosas en la casa, suelen ser signos de conducta adictiva.
4.- Cambios de ánimo. No son normales las variaciones bruscas en el estado de ánimo; ir de la tristeza profunda a la euforia puede ser un signo de bipolaridad; tampoco que una persona viva triste, sin energía y con ideaciones negativas (síntomas de depresión).
5.- Preocupaciones excesivas: No cuando la preocupación es necesaria para encontrar soluciones a diversas cuestiones, sino cuando  se transforman en pensamientos repetitivos que inquietan, paralizan y sólo generan malestar por estar siempre presentes en la mente.
6.- Pensamientos negativos. Tener pensamientos recurrentes de muerte, de que no tiene sentido vivir, pesimismo, culpabilidad, desesperanza y visión catastrófica.

Recordar que la enfermedad mental puede afectar a cualquiera, sin importar su raza, etnia, sexo, edad u origen. Probablemente conozcas a alguien que padece una enfermedad mental. Además, las enfermedades mentales no son provocadas por decisiones equivocadas ni malos hábitos. Éstas afectan el bienestar físico, mental y emocional de una persona, de la misma forma que lo haría la enfermedad coronaria o la diabetes.