SANTO DOMINGO.- La Incontinencia Urinaria se define como la pérdida de control de la vejiga, que varía desde una pequeña pérdida de orina al estornudar, toser o reírse a la incapacidad total de controlar la orina, así explicó el doctor Miguel Sánchez Caba, urólogo, presidente de la Sociedad Dominicana de Urología.
Explicó que representa la tercera enfermedad crónica que causa mayor pérdida de calidad de vida. Solo se sitúan por delante las enfermedades mentales y los problemas cardiovasculares graves, como la embolia o el infarto.
Las áreas en las que más interfiere la incontinencia urinaria son la vida laboral, social y sexual. De hecho, un 25% de los afectados reconoce que la incontinencia le genera dificultades a la hora de desarrollar su trabajo. Este problema sanitario tiene una gran incidencia, ya que afecta a más de un 5% de la población española, especialmente a las mujeres adultas: más de un 10% de ellas se ve aquejada por esta patología.
El especialista subrayó que en la Descripción del Catálogo del Plan de Servicios de Salud (PDSS), que se encuentra publicado en la web:
https://goo.gl/STzgDK, establece incluida la cobertura de rehabilitación y textualmente dice:
“Es el conjunto de procedimientos médicos, psicológicos y sociales, que tiene como objetivo, contribuir a que una persona pueda alcanzar el más completo potencial físico, psicológico, social, laboral y educacional compatible con su deficiencia fisiológica o anatómica, intentando restablecer o restaurar la salud. La rehabilitación debe actuar tanto en la causa de la discapacidad como en los efectos producidos por la enfermedad, basado en el modelo biopsicosocial, para aumentar la función perdida y así mejorar la calidad de vida.
Es un grupo de intervenciones dirigidas a la rehabilitación del paciente, que incluye fisioterapias, masajes, hidroterapias, psicoterapia, entre otras. Es dirigido por el medico fisiatra, especialista en rehabilitación y con el apoyo de fisioterapistas, enfermeras y técnicos.
Para lograr la rehabilitación del paciente además de las terapias de rehabilitación, algunos pacientes necesitan utilizar aparatos y otros que han tenido una pérdida total o parcial de un miembro u órgano del cuerpo necesitan utilizar una prótesis.”
Asismismo reveló que aunque el plan prestaciones de servicios presenta la rehabilitación como una de procesos ofertados, cuando un urólogo solicita terapia para alguien con incontinencia Urinaria, en la gran mayoría de los casos o se le niega, o se alega que no está contratado.
“Personalmente he tenido la experiencia de enviar pacientes con esta dolencia para realizar terapia de rehabilitación de suelo pélvico por incontinencia Urinaria y regresan sin la autorización, dijo.”
Por último, lamentó que esto esté ocurriendo en el 2019, pese a que la ley entró en vigencia en 2007 y resaltó que esos “fallos, errores, exclusiones o desinterés se sigan produciendo porque afectan la calidad de vida de los más necesitados y repercute directamente sobre la población.
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