Este 21 de junio se conmemora el Día Mundial para la toma de conciencia sobre la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa incurable.
En esta patología existe una debilidad neuromuscular progresiva e irreversible que da al traste con músculos que tienen que ver con la respiración, deglución, fonación, sin perder la cognición, según explica la doctora Marcia Castillo, neuróloga, con entrenamiento en movimientos anormales.
La especialista explica que los síntomas de esta enfermedad van desde contracciones musculares en brazo, hombro, pierna o la lengua, calambres musculares, debilidad muscular en cualquiera de las extremidades o músculos diafragmáticos, voz nasal, dificultad para tragar, regurgitación de los alimentos por la nariz, hasta postración y encamamiento.
Una entrevista detallada y un neuro examen minucioso, donde coexistan síntomas de motoneurona superior y síntomas de motoneurona inferior, pueden servir para realizar un diagnóstico, de acuerdo con la doctora. Agrega que con los avances de la ciencia se puede hacer potenciales evocados, velocidad de conducción nerviosa y electromiografías.
En entrevista para DiarioSalud.do la doctora explica que hasta la fecha el ELA no es curable, aunque el tratamiento enlentece la progresión de la enfermedad.
“La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó los medicamentos Riluzole (Rilutek) y Edaravona (Radicava) para tratar la ELA. Se cree que el riluzole reduce el daño a las neuronas motoras al disminuir las concentraciones de glutamato (neurotransmisor excitatorio vinculado según algunos expertos en la neurodegeneración)”, explica.
Aunque la falta de diagnóstico certero incide en la tasa de sub registros epidemiológicos, la doctora explica que para el 2016, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estimaron que en Estados Unidos en promedio 14 mil y 15 mil personas padecían ELA.
En el manejo de esta patología, explica Castillo, debe haber un abordaje transdisciplinario, en el que formen parten neurólogos, fisiatras, nutricionistas, terapistas respiratorios, psicoterapeutas y especialistas en cuidados paliativos, pero sobre todo que el paciente sea parte del proceso y pueda asumir decisiones.
Explica que la autoeducación en salud es una responsabilidad de todos, que al ver alguno de estos síntomas se debe buscar atención médica y escuchar con sabiduría el cuerpo.
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